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Juan Ignacio Reales: "Es lógico que Almonte extreme ahora su celo y cuidado sobre la Virgen "

Su estreno como nuevo presidente de la hermandad Matriz de Almonte ha estado marcado por la resaca abierta tras la rotura del paso de la Virgen

el 14 ago 2011 / 19:26 h.

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Juan Ignacio Reales, el nuevo presidente de la hermandad Matriz de Almonte, posa junto al monumento de la coronación, en la aldea de El Rocío.

En vísperas de que mañana arranquen en el santuario almonteño los cultos del Rocío Chico, el nuevo presidente de la hermandad Matriz de Almonte reflexiona sobre los acontecimientos del pasado lunes de Pentecostés.


-Un varal degollado, al menos otros tres dañados... No ocurrió nada, pero da repeluco pensar en lo que podía haber pasado el lunes de Pentecostés.
-Efectivamente, la Virgen, como tantas otras veces, puso su mano, y no llegó a pasar nada grave, aunque sí fue muy triste lo ocurrido, y sobre todo un motivo de reflexión para todos. También hay que destacar el comportamiento de los almonteños, que supieron reaccionar de manera encomiable, adoptando de forma inmediata la única decisión posible y responsable, cual era suspender la procesión en ese momento, y llevando a su patrona con la mayor suavidad, rapidez y delicadeza, hasta su altar en el santuario.


-¿Cómo fue el día después en Almonte? ¿Se entonó el mea culpa?
-Más que buscar culpables, nos preocupa pensar en las causas que pudieron motivar esa rotura y en las soluciones que pueden adoptarse para el futuro. Lo ocurrido es un toque de atención para todos, y no sólo para Almonte, también para los muchos devotos de la Virgen que participan en la procesión y que no pueden obstaculizar a los almonteños, que llevan a su patrona sobre sus hombros. En la procesión, cada uno tiene su papel, y no se debe pretender ocupar el que no corresponde.


-Teme que este percance dé nuevos argumentos a los detractores de la romería, ésos que hablan de desenfreno, fanatismo, euforia desmedida, brutalidad...
-No creo, y desde luego no hay motivos para ello. Desgraciadamente, en otros ámbitos parecidos al nuestro, como pueden ser las cofradías de Semana Santa, no es la primera vez que en una procesión sufre una rotura un paso, u ocurre algo peor. Son circunstancias lamentables, de las que ninguno estamos a salvo, aunque hay que poner todos los medios técnicos y humanos para procurar evitarlos.


-¿Por qué de un tiempo a esta parte la Virgen cae con tanta frecuencia al suelo?
-En realidad siempre se ha caído, pero quizás sí ocurra con más frecuencia desde hace algunos años. Creo que algunas causas pueden explicarse con cierta facilidad: la masificación que ha sufrido El Rocío es algo que en nada ayuda a la procesión, pues los devotos de la Virgen, llevados por su fervor, quieren llegar lo más cerca posible del paso, y eso obstaculiza y agobia a los almonteños. También es cierto, que hoy en día estamos menos acostumbrados al esfuerzo físico que años atrás, por el tipo de vida que llevamos, por los trabajos a que nos dedicamos, etc. Y también hay una serie de valores que se han perdido en la sociedad de hoy día, y esa carencia se deja notar también en la procesión de la Virgen.


-¿Qué hace falta cambiar para que un suceso como éste no vuelva a repetirse?
-En ello estamos. Es responsabilidad de la Junta de Gobierno poner todos los medios técnicos necesarios para que, en lo que sea humana y técnicamente posible, no vuelva a repetirse. Pero hay que trabajar también el factor humano, en Almonte, y fuera de Almonte, para que todos sepamos cuál es nuestro papel en la procesión y ayudemos a su feliz desarrollo.


-La estructura interna del paso se había construido en 2003. No han pasado tantos años como para justificar un percance así, ¿no le parece?

-Por el tiempo desde luego que no; pero es prematuro avanzar las causas, pues en ello se está trabajando precisamente en estos días, por un equipo de cualificados ingenieros. Lo prudente es esperar.


-Como será el lunes de Pentecostés de 2012. Muchos rocieros temen que Almonte custodie con excesivo celo las andas de la Virgen.
-Pero es que eso será lo lógico que ocurra, que extrememos el celo y el cuidado en la procesión, porque somos muy conscientes de lo que pudo haber pasado y de que no queremos que se repita. Y eso lo haremos entre nosotros los almonteños, extremando el cuidado a la hora de llevarla, y también pidiendo a los demás que sepan estar en su papel, disfrutando de la procesión, pero sin pretender lo que no les corresponde, ni poner obstáculos a los que la lleven. Será una cuestión de respetarnos entre todos y de que todos respetemos la sagrada imagen de la Virgen, anteponiendo su seguridad y la dignidad con que ha de llevarse a cualquier otra circunstancia.


-Se abre una nueva etapa en la hermandad Matriz con su presidencia. ¿Cuál es el reto más importante que se plantean?

-Aparte de solucionar el problema del paso, que es una prioridad en la que ya estamos, tenemos dos retos importantes, y mucha ilusión para afrontarlos, como son el bicentenario del Rocío Chico y la Venida de la Virgen a Almonte, el año que viene.


-Uno de sus proyectos es inaugurar un museo del Rocío en el triforio del santuario, ¿no?

-Efectivamente, y para ello aprovecharemos los meses de estancia de la Virgen en Almonte. La Hermandad Matriz tiene un rico patrimonio histórico artístico que merece estar expuesto a los fieles y el santuario dispone de espacios apropiados para ello. Nos inspiraremos en otros museos religiosos de otras realidades parecidas a la nuestra, como el de la Hermandad de la Macarena de Sevilla, que es un magnífico ejemplo.


-¿Para cuándo la ermita de la Virgen del Rocío se convertirá en santuario internacional?

-Por nuestra parte se han dado todos los pasos oportunos, de acuerdo con el obispado de Huelva. Estamos esperando la resolución de la Santa Sede.


-En 2013 se conmemora el bicentenario del Rocío Chico y han solicitado a la Santa Sede la concesión de un Año Jubilar.

-Así lo comunicamos a nuestro obispo en la visita de presentación que recientemente tuvimos con él. Ahora hay que tramitar formalmente la solicitud de ese año jubilar, para el periodo 2012/2013


-La segunda visita de un Papa al Rocío tendrá que esperar.

-Pues sí la seguiremos esperando, con fe y esperanza, pero comprendiendo siempre que no será algo fácil y que no hace tanto que un Papa nos visitó. Mientras tanto, los rocieros visitaremos al Papa en Roma, en señal de aprecio y fidelidad a la Iglesia y al sucesor de San Pedro, en una nueva peregrinación que queremos organizar, en acción de gracias por la beatificación de Juan Pablo II, el Papa rociero.

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