Cultura

«La cultura ha dejado de ser en España objeto de deseo»

El escritor Juan José Millás presentó en el Paraninfo de la Universidad su última publicación, ‘La mujer loca’, donde funde reportaje y novela.

el 24 mar 2014 / 17:44 h.

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Juan José Millás, este lunes en la Universidad de Sevilla. / Pepo Herrera Juan José Millás, este lunes en la Universidad de Sevilla. / Pepo Herrera Regresó Juan José Millás a Sevilla, esta vez al Paraninfo de la US, para presentar una nueva novela. «Una nueva aventura, porque cada novela lo es», señaló. Se titula La mujer loca, acaba de ver la luz en Seix Barral y, según contó, es el resultado de una crisis de creatividad bien canalizada. «Estaba angustiado, preguntándome ¿ya se ha acabado esto?, cuando me llamaron de la Asociación para el Derecho de Morir Dignamente. Ahí empezó todo». Millás recuerda que le ofrecieron hacer un reportaje sobre una mujer enferma que había solicitado la eutanasia. Rehusó, pero como la paciente pidiera conocer al escritor, fue a visitarla. Allí se encontró con la inspiración, una mujer loca que vivía allí como huésped. «Y en medio de todo esto, decidí retomar el psicoanálisis, que había abandonado hacía 20 o 30 años. Todos estos materiales se fueron articulando de manera que parecía haber un reportaje en la novela, o una novela en el reportaje, y todo mezclado con cuestiones autobiográficas». «Lo cierto es que La mujer loca de mi novela dice cosas muy cuerdas», prosigue el autor de novelas como El desorden de tu nombre, Tonto, muerto, bastardo e invisible o El mundo. «A veces los locos dicen cosas cargadas de sentido, aunque nos empeñemos en colocarlos al otro lado de una barrera imaginaria», agrega. Por otro lado, el personaje central de La mujer loca vive obsesionado con el lenguaje, un pretexto que el autor usa para preguntarse «si hablamos o somos hablados, si escribimos o somos escritos, si somos dueños del lenguaje o por el contrario sus siervos», dice, y se responde a renglón seguido: «Empleamos el lenguaje constantemente, incluso cuando estamos callados, porque nuestro pensamiento se construye con palabras. Pero si no conocemos el lenguaje, acabaremos siendo sus esclavos». A propósito de esto, Millás aprovechó para denunciar «el desastre que supone ese castigo permanente al que están sometidas las Humanidades en nuestro país. La cultura ha dejado de ser objeto de deseo en España, a diferencia de antaño, cuando era un modo de ser alguien. Las familias mandaban a los hijos al seminario no solo para tener una boca menos que alimentar, sino porque tener a alguien en la familia que supiera latín daba prestigio. Ahora todos los estudios están contaminados de una intención instrumental, vivimos en un mundo en el que solo existe lo que se puede cuantificar. Sin embargo, si leo Madame Bovary me voy a la cama más sabio, pero no puedo calcular cuánto. Eso ha motivado tantos recortes por el lado de las Humanidades». No obstante, Juan josé Millás defiende que «la cultura es absolutamente necesaria para el ser humano, ilumina zonas de nuestra vida a las que no llegamos de otro modo, no desde luego con el discurso científico. No olvidemos que nuestra primera información del mundo vino por la vía de los relatos orales», subraya el escritor.

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