La Pasarela Cibeles puso ayer fin a una edición en la que no son muchas las colecciones que quedan para recordar, aunque en esta última jornada al menos se disfrutara de la diversidad y la variedad que suponen las propuestas que van desde Hannibal Laguna hasta Carlos Díez. En la clausura también pudieron verse las nuevas creaciones de la cordobesa Juana Martín, empeñada en acabar con su imagen folclórica. Para ello ha recurrido a Andre Courreges como punto de referencia. Grandes aplicaciones de plástico, acetato y vinilos rematando abrigos o incluso prendas enteras en una colección de líneas arquitectónicas que vuelve a ser negra, con una única concesión al rosa, color que utilizó en trajes largos, totalmente sesenteros, durante un desfile muy accidentado para las modelos.
Como debutante en Cibeles había interés por contemplar las propuestas masculinas del barcelonés Josep Abril, pero fueron más las expectativas que la realidad de una colección. Hombre azul, de líneas clásicas, con pocas novedades y que tuvo sus apuestas más arriesgadas en los pantalones pitillo o en los de amplios tiros tipo años 50.
Hannibal Laguna no defraudó con una rica colección destinada a una mujer sofisticada, glamourosa, que quiere vestir deslumbrante. One & only con micro-vestidos joya y fabulosas piezas ultra largas; vestidos de noche románticos, etéreos y vaporosos, predominantemente lisos aunque a veces en estampados florales o geométricos siempre en blanco y negro, fruncidos en el pecho y recogidos en la cintura con lazos o pedrería.
