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Jubileo por la apertura del Metro

El próximo sábado, 28 de marzo, el Metro de Sevilla, línea 1, echa a andar. Parece que esta vez va en serio, y cuantos hemos padecido sus obras interminables, chapuceras, accidentadas y en ocasiones hilarantes, no hemos por menos que alegrarnos.

el 16 sep 2009 / 00:24 h.

El próximo sábado, 28 de marzo, el Metro de Sevilla, línea 1, echa a andar. Parece que esta vez va en serio, y cuantos hemos padecido sus obras interminables, chapuceras, accidentadas y en ocasiones hilarantes, no hemos por menos que alegrarnos. Será un día para recordar en la ciudad que viene superando episodios con la construcción del transporte subterráneo desde que en los años setenta se hicieran los primeros agujeros, luego tapados, en la Puerta de Jerez y en la Plaza Nueva.

Reseñada como se merece la satisfacción que a todos los sevillanos ha de producirles la entrada en funcionamiento de un transporte que tantos beneficios les va a reportar, nos parece el momento de hacer algunas reflexiones sobre la especial idiosincrasia de nuestra Andalucía a la hora de abordar obras públicas que en otros lugares de España son coser y cantar.

En el tiempo que se ha tardado en hacer esta sencilla línea de Metro de nuestros pesares se construyeron en Madrid más de ochenta kilómetros, el denominado Metrosur, que enlaza en media hora de recorrido hasta siete pueblos de esa zona redimiendo a los vecinos de largos desplazamientos en automóvil. En menos de esos mismos cuatro años, se planificó y se terminó también en la capital de España el túnel urbano más largo de Europa -15 kilómetros- que ha despejado la M-30 y que enlaza directamente el tráfico que viene de la carretera de Burgos con el que se dirige a Andalucía.

Qué diferencias pueden existir en obras públicas realizadas en una u otra región para que las nuestras se eternicen y se acaben chapuceramente, como fue asimismo el caso de la A-92, y las que se acometen en la Villa y Corte y se inauguran en tiempo récord? Creemos que no es un problema de capacidad tecnológica ni de insuficiencia presupuestaria. Es, sencillamente, una cuestión de planificación y de exigencia en el trabajo para que los plazos de las distintas fases se cumplan con arreglo al tiempo máximo establecido para su terminación y entrada en funcionamiento. Tener años y años una ciudad patas arriba como ha sido el caso de Sevilla, con las consiguientes molestias para el ciudadano, es desde luego irresponsable por parte de quienes tienen la obligación de gestionar la cosa pública.

El Metro de Sevilla ha sido el paradigma de la insolvencia de quienes han tenido que ir ampliando los plazos arrollados por la fuerza de los acontecimientos. En total, dos años más de lo previsto y una obra trufada de incidentes, algunos de los cuales han sido verdaderamente cómicos aunque afortunadamente sin víctimas ni daños para los bienes urbanos. Debemos aprender de esta importantísima obra para la ciudad que se podía haber hecho en menos tiempo y con menor sufrimiento para el vecindario

Pero estamos en vísperas del jubileo por la apertura del Metro, y hoy eso es lo importante. Pronto olvidaremos el calvario que han pasado los vecinos de los Remedios y de otros barrios de la ciudad y disfrutaremos de un transporte público sin comparación con ninguno en cuanto a eficacia, rapidez y factores medioambientales.

Periodista. gimenezaleman@gmail.com

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