El Confalón y la Sangre reeditaron ayer su tradicional rivalidad en las calles de Écija. Esta vez sin la amenaza del mal tiempo, que el Jueves Santo del año pasado obligó a ambas cofradías a retrasar su salida, acelerar su estación de penitencia y acortar el recorrido para evitar males mayores sobre sus imágenes.
El Confalón volvió a procesionar por el barrio de Cañato, como el año pasado, cuando la cofradía recuperó un recorrido que no hacía desde hacía prácticamente un cuarto de siglo. La procesión subió desde su iglesia de la Victoria y enfiló por Cañaveralejo para pasear al Cristo Moreno y la Virgen de la Esperanza por el popular barrio.
Fue el mismo recorrido que hizo el Confalón en 2008. De Cañato salió por Puerta Osuna y enfiló la calle Cánovas del Castillo para, como el año pasado, desfilar ante el Palacio de Benamejí y por la plaza de la Constitución, una variante elegida por muchas hermandades hace dos años, cuando no se pudo pasar por la plaza de España, entonces en obras. De hecho, ya se considera entre los cofrades de la Victoria como uno de los puntos más interesantes para ver la procesión.
El Confalón es una de las dos imágenes, junto con el Cristo de la Exaltación, de la Merced, que todavía procesiona al estilo ecijano, llevado en hombros por costaleros, descalzos, porque "así pesa menos", dicen en la cofradía. El Confalón estrenó ayer su sudario restaurado.
Si destaca el paso del Confalón por Cañato, sobrecoge el desfile de la Sangre por su barrio de San Agustín. Las imágenes del Cristo de los Gitanos y de la Virgen de los Dolores se recrean especialmente en la calle Zamoranos, donde anoche no faltaron las saetas que los vecinos dedican a los titulares.
Las imágenes de esta cofradía no presentaron este año estrenos significativos, ya que la junta directiva de la Sangre lleva varios años dedicada a recaudar dinero para construir su casa de hermandad "necesaria" para que la corporación "esté viva", según enfatizan los propios responsables de la cofradía de Santa Cruz.
Esa nueva casa de hermandad se levantará, si consiguen los fondos, entre las calles Zamoranos y Caleros y en ella la junta de gobierno tiene previsto abrir talleres de formación profesional para jóvenes del barrio.
