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Kabul sufre el ataque terrorista más grave desde 2008

El atentado tenía como objetivo a la comunidad chií, que celebraba la festividad de la Ashura.

el 06 dic 2011 / 10:05 h.

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El grupo terrorista paquistaní Laskhar-e-Jhangvi al-Alami reivindicó a última hora de la tarde de ayer la autoría del atentado suicida que dejó más de 50 muertos chiíes durante la celebración de la fiesta musulmana de la Ashura en Kabul, según informó la cadena de televisión estadounidense NBC.

“Es la primera vez que alguien de fuera de Afganistán reclama la autoría de un atentado en este país”, explicó el reportero en Pakistán, Mushtaq Yusufzai.Según el diario The Long War Journal, Lashkar-e-Jhangvi al Alami es una filial de Lashkar-e-Jhangvi, un grupo terrorista contrario a los musulmanes chiíes y vinculado con la red terrorista Al Qaeda y los talibán asentados en las regiones tribales de Pakistán. Lashkar-i-Jhangvi tiene una amplia red de milicianos en Pakistán y ha perpetrado varios ataques en las regiones tribales, principalmente en las provincias de Jiber y Punjab, en las que grupos insurgentes tiene una enorme presencia.

El atentado suicida de Kabul acabó con la vida de al menos 59 personas, incluidos mujeres y niños, y dejó a unas 160 heridas de diversa consideración. El objetivo del ataque era un santuario chií situado en pleno centro de Kabul, en el que cientos de personas celebraban la Ashura. Se trata del atentado más sangriento perpetrado en la capital desde 2008.El festival de la Ashura conmemora el martirio del nieto del profeta Mahoma, Husein, en la batalla de Kerbala, en lo que hoy forma parte del territorio de Irak, en el año 680.

El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, declaró que es “la primera vez” que se produce un acto de terrorismo “tan horrible” durante las celebraciones de la Ashura en el país.

El atentado de Kabul podría suponer un precedente, ya que, desde la caída del régimen de los talibanes, hace justamente diez años, el país se había librado en buena parte de la violencia interconfesional que tanto ha afectado a su vecina Pakistán. Además de este ataque, al menos cuatro personas han muerto y 17 resultaron heridas a causa de la explosión de una bicicleta bomba cerca de la principal mezquita de la ciudad de Mazar-i-Sharif, en el norte de Afganistán. La explosión produjo un incendio en la mezquita, en la que numerosos chiíes y suníes estaban rezando juntos.

Las calles de la ciudad estaban abarrotadas por personas que celebraban la Ashura, pero, de momento, no se sabe con toda seguridad si el objetivo del atentado eran los fieles chiíes. Los talibanes condenaron “enérgicamente” los atentados perpetrados en Kabul y en Mazar-i-Sharif y aseguraron, a través de un portavoz, que los autores de estos hechos son “enemigos” del Islam.

“Con gran tristeza hemos sido informados de las explosiones de Kabul y de Mazar-i-Sharif, en las que varias personas han muerto a causa de la actividad antiislámica e inhumana del enemigo”, declaró Zabihulá Mujahid en un comunicado difundido por correo electrónico. “El Emirato Islámico condena enérgicamente este ataque cruel, indiscriminado y antiislámico”, añadió.

Condena de la OTAN. Por su parte, el comandante de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad afgana (ISAF) bajo mando de la OTAN, general estadounidense John Allen, y el embajador civil de la OTAN en Kabul, Simon Gass, condenaron “con toda firmeza” los atentados y dejaron claro que constituyen “un ataque contra el Islam mismo”. En un comunicado conjunto, el general Allen consideró que los ataques contra feligreses mientras participaban en la fiesta religiosa “más sagrada” para los chiíes “constituyen un ataque contra el Islam mismo”, recordó la reciente condena del uso de la violencia en Afganistán y otros puntos del mundo “en el nombre del Islam” emitida por una veintena de académicos religiosos “prestigiosos” e instó al líder de los talibán, mulá Omar, a condenar “este acto grotesco de terrorismo”.“Denunciamos y condenamos estas atrocidades en los términos más firmes”, aseguró el estadounidense, que trasladó “la empatía más profunda” de la Alianza con las familias y seres queridos de las víctimas “inocentes”. “Esta insurgencia que se enfunda en un velo falso del Islam debe saber que matando a feligreses inocentes le llevará a su propia defunción”.

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