Deportes

Koeman pone fin de forma traumática a un ciclo glorioso

La ciudad deportiva del Valencia vivió una mañana de lo más intensa con las despedidas de Albelda y Cañizares y la posterior rueda de prensa del director deportivo del club. (Foto: EFE)

el 14 sep 2009 / 21:45 h.

La ciudad deportiva del Valencia, inaugurada en la década de los noventa, vivió ayer probablemente su mañana más intensa en cuanto a información y emociones, con las despedidas de David Albelda y Santiago Cañizares y la posterior rueda de prensa de Miguel Ángel Ruiz, director deportivo del club.

A la una de la tarde estaba prevista la primera rueda de prensa de los jugadores y desde mucho antes se congregaron una multitud de periodistas, en un número muy superior al habitual en los entrenamientos del equipo y que fueron los únicos a los que se les permitió el acceso al recinto, ya que el club puso guardias de seguridad en las puertas para evitar la entrada de aficionados. Tal fue el celo en este capítulo que hasta familiares de jugadores de la cantera y del equipo filial tuvieron serios problemas para acceder al interior del recinto.

Tanto Cañizares como Albelda, que ayer se ejercitaron en solitario en los terrenos de juego de la ciudad deportiva, recibieron a las 12.50 horas a sus representantes y diez minutos después se presentaba el guardameta en una sala de prensa abarrotada, en la que apenas podían moverse los periodistas ante el aluvión de fotógrafos, cámaras de televisión y redactores.

Apenas cinco minutos después de la salida del portero, que fue ovacionado por los periodistas, llegó el turno del capitán del equipo, David Albelda, quien fue más directo en su intervención.

El tercer protagonista de la mañana fue el director deportivo Miguel Ángel Ruiz, al que le tocó dar la cara por parte del club. Pasadas las tres de la tarde, el dirigente valencianista abandonó la sala de prensa y puso fin a una mañana histórica, por la despedida y la trascendencia de dos de los jugadores que más han contribuido a hacer de la última década uno de los periodos más gloriosos del club. Momentos duros para el equipo.

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