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La actuación de los psicólogos en Barajas resultó 'brillante'

¿Por qué quien pierde un familiar en circunstancias trágicas puede quedar como muerto en vida? El psicólogo clínico Juan de Dios Serrano explicó ayer las claves para que el sufrimiento no hunda a los seres queridos que ven perecer a uno de los suyos en un accidente aéreo como el de Barajas.

el 15 sep 2009 / 11:08 h.

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¿Por qué quien pierde un familiar en circunstancias trágicas puede quedar como muerto en vida? El psicólogo clínico Juan de Dios Serrano explicó ayer las claves para que el sufrimiento no hunda a los seres queridos que ven perecer a uno de los suyos en un accidente aéreo como el de Barajas.

"Por lo que me ha contado un psicólogo que intervino allí como voluntario, la actuación de los profesionales tras el accidente aéreo fue brillante", expuso ayer este profesional del hospital San Juan de Dios de Córdoba en el seminario Significado de la muerte y acompañamiento profesional sanitario, que se celebra estos días dentro de los cursos de verano de Osuna. Su conferencia, Psicología del sufrimiento II: ante la muerte, detalló a los alumnos cómo comunicar un fallecimiento a los familiares y los errores más frecuentes a la hora de informar sobre un desenlace fatal.

En este sentido, expuso que el trabajo de los psicólogos tras el accidente aéreo consiguió "dosificar las emociones, para que los sentimientos de los familiares de las víctimas no se apelotonaran".

El reverso que le preocupa a este experto es lo que pasará con las familias de Barajas "dentro de un mes", dado que el duelo, según recordó, necesita "acompañamiento y compromiso" mucho más allá del momento de salir en la fotografía. Dadas las circunstancias dramáticas del siniestro ocurrido el pasado mes de agosto en el aeropuerto de Madrid, los allegados de los 154 fallecidos necesitarán "meses" para recuperarse de las inesperadas desapariciones de sus seres queridos.

Situación. La segunda parte de su conferencia estuvo dedicada precisamente a los duelos difíciles, en el que se incluye el suceso de Barajas. Pero también hay duelos difíciles en situaciones igualmente reales pero mucho menos mediáticas como la muerte de un hijo, los abortos, las muertes súbitas, los homicidios, los suicidios o los casos en los que no se recupera el cuerpo.

"Son muertes más difíciles de superar. Todo el mundo entiende que no es lo mismo que muera un hijo que un abuelo. Cuando además la muerte es violenta o repentina la persona que se queda vaga en una sensación de que lo ocurrido no es real y también entre sentimientos exagerados de culpa: de él mismo o de una empresa, un piloto, un médico... y eso genera impotencia y rabia", reconoció el ponente.

Por eso mismo, según reflexionó ante el alumnado, en su mayor parte estudiantes de enfermería o medicina, estos familiares necesitan un trato humano. "No hay que comunicar una muerte así de forma clara y directa, del tipo 'le telefoneo para decirle que su hijo ha muerto en un accidente de tráfico', sino dosificar la información sin mentir nunca, para que el cerebro del familiar se vaya haciendo a la idea y vaya considerando por sí mismo la posibilidad de un resultado fatal". Otros errores que se comenten con los familiares, en su opinión, es comunicar los fallecimientos en el pasillo del hospital o a la misma puerta de urgencias. "Hay que crear un espacio, un despacho por ejemplo, y un tiempo para dar estas noticias", reclamó.

Y es que si los familiares no superan todas las fases normales de la pena por la pérdida de un ser querido -lo que los psicólogos llaman duelo- los que quedan en este mundo (y en especial los niños) pueden sufrir graves consecuencias. El final del proceso debe ser aprovechar el dolor para el crecimiento personal, no acabar hundidos en la desesperación para toda la vida, por lo que animó a los profesionales sanitarios a tenerlo muy en cuenta

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