No podía ser de otra forma. La coyuntura actual que vive la economía española ha acabado con el superávit en las cuentas del Estado registrada en los últimos años. En este contexto, el Gobierno prevé que el equilibrio se congele hasta 2011, momento en el que volverá a obtener un resultado positivo.
La desaceleración de la economía española ha hecho desaparecer el superávit que las cuentas del Estado han registrado durante tres años consecutivos y hará que en 2009 y 2010 presenten equilibrio, para volver a remontar en 2011 con un saldo positivo del 0,1% del Producto Interior Bruto (PIB).
Así lo anunció el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, después de que el Consejo de Ministros aprobase el objetivo de estabilidad presupuestaria para el trienio 2009-2011.
Solbes, quien insistió en que hablar de crisis es "extremadamente exagerado", avanzó que las Administraciones Públicas -Estado, comunidades autónomas, ayuntamientos y Seguridad Social- tendrán superávit en los tres próximos años, que será del 0,8% del PIB en 2009 y del 0,7% en 2009, frente al 1,2% previsto en el Programa de Estabilidad aprobado en diciembre, y del 0,8% en 2011.
Además, el Consejo de Ministros también aprobó el límite de gasto de los Presupuestos Generales del Estado para 2009, que será de 165.237 millones, el 7,3% más que en 2008, cifra que se reduce a 160.158 millones tras efectuar los ajustes necesarios para pasar de contabilidad nacional a presupuestaria, lo que sitúa el aumento en el 5%, en línea con el crecimiento del PIB nominal previsto para 2009.
Este techo de gasto es resultado de unos ingresos estimados para 2009, en términos de contabilidad nacional, de 165.414 millones (el 4,2% más) y de que el objetivo para el Estado es de equilibrio presupuestario. Los objetivos de estabilidad de las administraciones públicas aprobados ayer continúan basándose en un crecimiento de la economía del 2,3% en 2009, del 2,8% en 2010 y del 3,1% en 2011.
En este sentido, Solbes afirmó que es "enormemente exagerado" hablar de que la economía española está en crisis, término que él identifica con recesión, es decir, dos trimestres con crecimiento negativo, una circunstancia de la, que, añadió, "estamos lejísimos". Además, señaló que el PP sabrá por qué prefiere hablar de crisis, si bien admitió que eso no quiere decir que haya sectores con dificultades.
En este sentido, incidió en que el crecimiento intertrimestral de la economía española en el segundo trimestre no se diferenciará mucho del registrado en los tres primeros meses del año, cuando la economía creció un 0,3%, aunque advirtió de que hay incluso quien piensa que puede ser algo mejor. El vicepresidente reiteró su confianza en que la economía española comenzará su recuperación en el segundo semestre del próximo año.
