Alicia en la ciudad de las notazas

La joven Alicia Jurado, de Utrera, saca la nota más alta de la provincia de Sevilla con un 9,9 en Selectividad. Su opción es Biotecnología.

15110165 Alicia Jurado obtuvo la nota más alta de Selectividad en Sevilla Alicia dormía plácidamente en el asiento del autobús rumbo a San Sebastián. Tal vez estaba soñando en un futuro laboral en un laboratorio, desentrañando entre probetas y tubos de ensayo misterios que la ciencia aún no atina a resolver. De golpe, se despertó entre el zarandeo y los gritos de entusiasmo de sus compañeros de clase, con los que está de viaje de fin de curso por el País Vasco y Cantabria. “Alicia, que has sacado la nota más alta de Sevilla”, le repetían, mientras que le avisaban que en su móvil tendría un puñado de llamadas de su madre, que trataba de darle la calificación: un 9,90 en el global, de sobra para ver cumplida la primera parte de su sueño, que no es otro que estudiar la carrera de Biotecnología. Y en el lugar que se examinó, la Pablo de Olavide. Alicia Jurado, de 17 años y del IES Ruiz Gijón de Utrera, veía recompensado un trabajo cimentado en el “constancia”. “Siempre he dicho que habrá personas que trabajen igual que mi hija, pero más que ella ninguna”, explicaba ayer una orgullosa madre, Mariló Orozco. Es más, la joven no cree que sea un cerebrito, sino que la notaza obtenida se debe a un esfuerzo continuado. A lo largo del curso llevaba los deberes al día y, en el parón de unas semanas para preparar la selectividad, no vacilaba a la hora de organizar su rutina de trabajo. Pese a que la biblioteca municipal la tenía algo lejos de donde vive, esta se convirtió en su segunda casa por dos semanas. Así, tenía sesión diaria de hincar codos de 9.00 a 14.00 y de 16.00 a 22.00 horas, con parada para comer y cenar con la familia. Y si la mente seguía lúcida, se exprimía un poco más en su cuarto. Los frutos llegaron en forma de matrícula de honor en el examen de Filosofía, 9,8 en Ciencias de la Tierra y 9,5 en Lengua e Inglés, sus dos asignaturas más flojas, si se pueden denominar así. Con el billete comprado rumbo a Biotecnología, Alicia reflexiona sobre si su futuro se quedará en Sevilla tras su paso por la universidad o bien formará parte de esa fuga de cerebros que está sufriendo España. Ella es optimista. “Confío en que la situación cambiará, pero si tengo que ir al extranjero para trabajar, no dudaré”, asevera la joven utrerana. Si Alicia recibió la buena nueva en medio de su viaje de fin de curso, a Paula Chanfreut le pilló cuando estaban entregando los premios extraordinarios Fin de Carrera en la Universidad de Sevilla. Esta joven, estudiante del IES San Fulgencia de Écija, se acercó a la capital con su prima para conocer las notas de Selectividad allí mismo. No se escapó de los problemas informáticos que sufrió el servidor de la Universidad de Sevilla –quedó colapsado por el número de consultas– y finalmente fue su madre la que le comunicó la buena nueva por teléfono: tenía la nota más alta de la Universidad de Sevilla, con un 9,813 en la Selectividad –más el 9,792 de nota de acceso que ya traía de su instituto–. Un día feliz para ella y también para sus compañeros de clase, que en su mayoría tienen para elegir la carrera que ellos querían. Paula todavía no se ha decidido. Se decanta por ingeniería, pero sin concretar la rama. “Desde chica me han gustado las ciencias y me han fascinado la industria y la construcción”, reconoce esta joven que, al igual que Alicia, basa su éxito en la dedicación, sin olvidarse de “apretar un poco al final”. Antes de conocer su nota, ya había recibido el premio de unos padres entregados con su pequeña: el pago del carnet de conducir y un viaje a Irlanda de dos semanas para perfeccionar el inglés.

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