Cultura

La ampliación de La Maestranza, a debate

Unanimidad en los maestrantes y amplio consenso social. Sobre estas dos patas se soporta el discurso del teniente de hermano mayor de la Real Maestranza de Caballería, Alfonso Guajardo-Fajardo, que vuelve a insistir en la idea de "airear el debate de la ampliación de la plaza de toros", con "uno de los ruedos más grandes de España y muy pocas localidades".

el 16 sep 2009 / 03:19 h.

Unanimidad en los maestrantes y amplio consenso social. Sobre estas dos patas se soporta el discurso del teniente de hermano mayor de la Real Maestranza de Caballería, Alfonso Guajardo-Fajardo, que vuelve a insistir en la idea de "airear el debate de la ampliación de la plaza de toros", con "uno de los ruedos más grandes de España y muy pocas localidades".

Precisamente, si el beneplácito de la casa maestrante y el respaldo de la ciudad condicionan, a juicio de Guajardo, la ejecución de una futura ampliación del coso sevillano; la dimensión del ruedo y el aforo de la plaza hacen lo propio en el debate sobre la idoneidad de intervenir en uno de los edificios más característicos de la ciudad, con la más alta catalogación patrimonial. Y es que, en declaraciones a El Correo, el teniente de hermano mayor de la Maestranza apuesta por "revisar y analizar de nuevo" el último proyecto frustrado que pudo poner fin a la altísima limitación de entradas en la plaza sevillana. Se trata de una idea lanzada en 1992 y que, sin que el proyecto arquitectónico y urbanístico llegara a materializarse, contempla la ampliación del edificio "de la única forma posible para no alterar la armonía de la plaza, si analizamos bien la configuración de la misma". A saber: "Rebajando el ruedo, hasta reducirlo de tamaño, y ampliando el número de las filas de barrera", que son las que, a juicio de Guajardo-Fajardo, "el público más reclama".

Es en este punto donde el proyecto de antesala a la Exposición del 92 encontró entonces sus principales escollos. Hay que tocar el ruedo: "El ruedo seguiría siendo ovoidal; se reduciría de la misma forma en un lado como en el otro para mantener la fisonomía actual", reflexiona el teniente de Hermano Mayor, para quien el de la Maestranza es "uno de los ruedos más grandes de España. Cuando se pisa la arena a boca de riego, las tablas las veo lejísimas; y lo mismo pasa con los toros. Hay mucha gente que tiene esta opinión, que un ruedo tan grande tiene sus inconvenientes", se explica el maestrante.

¿Qué ha cambiado, entonces, en la ciudad, para volver a sacar a la luz un proyecto que fue rechazado de plano por la sociedad civil? "Creo que no fueron tantos los que lo rechazaron, y a esos pocos, no se les explicó bien", recuerda Guajardo-Fajardo. "Las reformas que se hagan tienen que contar con el consenso de todos los sevillanos, puesto que la plaza de toros es un patrimonio de toda la ciudad. Así debe ser: debe tener la aprobación social y la unanimidad de la corporación. En esta casa tenemos que hacer las cosas muy bien", reflexiona.

Las palabras de Guajardo-Fajardo refrescan una discusión que no está cerrada y ponen los límites necesarios: "El debate existe en la ciudad, y es una creencia equivocada pensar que la plaza es intocable. La plaza se puede tocar siempre y cuando se mantenga su armonía", repite el teniente de hermano mayor en una conversación telefónica con El Correo. "La mejor obra que se puede hacer en la plaza es la que no se note. Otra cosa sería poner asientos de plástico o butaquitas, eso no sería posible; pero si las cosas se hacen como hemos estado haciendo hasta ahora, el debate sobre la ampliación de la plaza se convierte en necesario y tenemos que airearlo por una simple razón: la plaza de toros no puede quedarse en 10.500 localidades".

Se refiere Alfonso Guajardo a la reducción de aforo provocado necesariamente por las obras de rehabilitación de las gradas que se iniciaron el año pasado y que "de las 12.500 localidades que existen ahora mismo, se disminuirá cuando termine la reforma a unas 10.500, y eso provocará, obligatoriamente, el encarecimiento de las entradas", algo que puede arreglar la ampliación de la plaza. Aún así, Alfonso Guajardo-Fajardo es consciente de que "durante mi tenencia, prevista para los dos próximos años, no voy a tener tiempo para abordar este asunto, me va a bastar la rehabilitación de las gradas", explica. Eso sí: "Me gustaría mucho que se sentaran las bases de una futura ampliación bajo mi mandato, con la unanimidad de los maestrantes".

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