La fecha de la apertura del Acuario de Sevilla en el Muelle de las Delicias no será finalmente el 17 de mayo, como se había anunciado. Los responsables de la empresa Aquagestión han decidido retrasar la inauguración, descartando el mes de mayo, porque crear el hábitat de los peces requiere más tiempo.
En concreto, el responsable de Biología y conservación de los acuarios del Grupo Aquagestión, Andrés Loza, explicó a este periódico que los entre 6.000 y 8.000 ejemplares de 400 especies distintas llegarán a Sevilla cuando se den todas las condiciones para que estos animales tengan un hábitat adecuado, lo que requiere tiempo para, por ejemplo, «madurar los filtros». Aunque se anunció para abril, las especies marinas no tienen ahora fecha concreta de llegada.
Además, el traslado de los animales puede crearles estrés y éste, por la bajada de defensas, conllevar el ataque de patógenos y la aparición de enfermedades.
Así, una vez que estén en su nuevo hogar, algunos peces necesitarán un tiempo de adaptación. «Están repartidos por otros acuarios, así que algunos ya vendrán preparados, pero otros necesitarán un tiempo, una cuarentena», indicó Loza.
La intención de los responsables del nuevo acuario es abrir a principios del verano, pero no quieren poner fecha porque los peces pueden requerir «un mes, uno y medio o dos meses» para esta adaptación. Y los factores que entran en juego son muchos, como la edad de cada uno de ellos o la climatización. «Hay que ser prudentes y abrir cuando estén bien de salud y podamos ofrecer a los visitantes un acuario de calidad. No vamos a abrir de cualquier manera. Por el bien de los peces no vamos a tener prisas», argumentó el responsable de Biología.
Por ahora, las obras en el Acuario siguen a buen ritmo. Según informó la empresa, los trabajos de edificación están al 80%, mientras que la «aquarología», esto es, la adecuación del recinto a la temática elegida, su decoración, se halla al 85%. Ayer mismo, los obreros se afanaban en rematar zonas del exterior, como el aparcamiento para los autobuses, o del interior, como las dependencias de la tercera planta.
En esta primera fase se abrirán 7.000 de los 10.000 metros cuadrados proyectados. Esto es, la zona correspondiente al acuario con el mayor tanque de tiburones de España, la tienda de recuerdos, las aulas de pedagogía, los laboratorios, las cuarentenas y el gran vestíbulo de entrada.
El resto el auditorio, el salón de eventos y las zonas comerciales y de restauración tendrán que esperar a una segunda fase, que probablemente se abordará en 2015.
En la actualidad, 80 trabajadores están «a tiempo completo». Se ultiman los decorados y ya se terminó la colocación de los cristales de los acuarios, fabricados en metacrilato de un espesor de 35 centímetros para cumplir la normativa de seguridad, pero con una nitidez absoluta. Estos acrílicos han sido fabricados por una empresa japonesa especializada en estos productos.
El acuario, cuya temática principal es el viaje que realizó Magallanes en busca de una ruta alternativa a la portuguesa para llegar a las Islas de las Especias, pondrá al alcance de los visitantes más de 3.000 metros cúbicos de agua. Habrá entradas a 15 euros para los adultos y de diez para los niños, mientras que se facilitarán bonificaciones para los sevillanos, «con descuentos, carné de socios y días especiales».
El recorrido, de unos 90 minutos de duración, supondrá la partida desde un galeón de Sevilla hasta el Nuevo Mundo, desde el río Guadalquivir, pasando por las marismas, el océano Atlántico, las Islas Canarias o su paso por el mar Caribe. Se esperan 600.000 visitantes.
