El juez de la Audiencia Fernando Andreu decretó ayer prisión provisional para los siete piratas somalíes retenidos el miércoles por el buque Marqués de la Ensenada después de que cayeran al agua tras intentar abordar un barco panameño. Ayer, el buque capturó a siete saqueadores más que trataron de capturar otro navío.
El magistrado ya ha sido informado por parte del Ministerio de Defensa de las identidades de los siete primeros arrestados y ha respaldado la solicitud realizada por la fiscal Blanca Rodríguez, que había pedido su encarcelamiento al considerar que España es competente para investigar los hechos "al tratarse de un delito cometido en el extranjero". Andreu ha ordenado, además, que los siete detenidos sean trasladados a la sede judicial para tomarles declaración.
El juez abrió ayer diligencias previas de investigación para determinar la posible responsabilidad penal de los siete náufragos, y adoptó esta decisión después de que ayer recibiera por fax una comunicación de Defensa en el que le informaba de la operación. Así, el Ministerio Público tuvo en cuenta para pedir el encarcelamiento de los siete "la gravedad de los hechos, que según el Código Penal español, constituirían inicialmente delitos de detención ilegal, robo con violencia y empleo de armas". Según explicaron fuentes fiscales, la petición de prisión se basa en estos delitos porque en el último Código Penal español elaborado en 1995 se suprimieron los delitos que hacían expresa referencia a la piratería y que sí se recogían en el anterior del año 1973.
Estas modificaciones legislativas no eximen que las actividades de los detenidos "constituyan un delito de piratería contra la comunidad universal, perseguible por todos los países por el principio de jurisdicción penal internacional que expresamente regula el convenio de Ginebra del 29 de abril de 1958 y la convención de las Naciones Unidas de Montego Bay (Jamaica) de 1982 que establecen el deber de todos los estados de cooperar en la represión de la piratería en alta mar.
Los supuestos piratas detenidos el pasado miércoles en Somalia cayeron al mar después de que su embarcación ligera fuese golpeada por el buque mercante de bandera panameña Nepheli cuando éste realizaba maniobras evasivas para repeler un ataque de los piratas, según informó el Ministerio de Defensa en un comunicado. Entonces, el petrolero militar español acudió a la zona después de que el buque panameño realizara varias llamadas de socorro a través del Servicio Móvil Marítimo informando de que se encontraba bajo el ataque de piratas a bordo de una embarcación ligera.
El Marqués de la Ensenada, que se encontraba a 15 millas de distancia del lugar del ataque, envió a su helicóptero a la zona del intento de abordaje, a la vez que ponía rumbo de aproximación a máxima velocidad. Al llegar al lugar de los hechos, el helicóptero localizó a la presunta embarcación pirata volcada y comprobó que había siete personas en el agua, por lo que se mantuvo sobrevolando las inmediaciones a la espera de la llegada del buque. Durante la tarde de ayer, el navió español apresó a siete piratas más que intentaban asaltar un buque mercante con bandera de Malta.
Esta causa no es la primera que abre Andreu para investigar delitos de piratería. En abril de 2008 el juez inició otra para investigar el secuestro del pesquero vasco Playa de Bakio en el transcurso de la cual tomó declaración a cinco marineros, que aseguraron no saber "nada" sobre si su liberación se produjo tras el pago de un rescate.
