El diario Gara publicó completo el comunicado de ETA avanzado el viernes, en el que la banda reivindica la "ejecución" de dos guardias civiles en Capbreton. Precisamente las amenazas a Francia suponen la principal novedad en un texto en el que acusa al Gobierno de "represión salvaje".
Junto al de Capbreton, la banda reivindica otros cuatro atentados, además de advertir de que seguirá actuando "sea donde sea" contra las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado "y aparatos represivos españoles", a los que define como "instrumentos para seguir oprimiendo a Euskal Herria".
El comunicado evidencia que la estrecha colaboración entre España y Francia ha desestabilizado a la banda terrorista, que recrimina al Gobierno de Sarkozy su apoyo en materia antiterrorista. En este sentido, pregunta al país galo si "está dispuesto a ofrecer su respaldo a toda actuación de las fuerzas armadas de España", emplazando a ambos países a "desactivar los mecanismos que ahondan en la negociación de Euskal Herria y en las vías represivas".
En el texto, una delirante sucesión de justificaciones, la banda terrorista alega que durante el proceso de negociación con el Gobierno ya había alertado de que había detectado actuaciones "del terrorismo de Estado contra militantes vascos" y de que iba a "responder". "Hemos visto a la Guardia Civil de España a la caza de los gudaris [soldados] vascos y ha ocurrido lo que estaba anunciado hace tiempo: el 1 de diciembre, en Capbreton, ETA ha respondido ante la incesante presión de las fuerzas armadas de España contra los militantes vascos", explica.
En este sentido, acusa al Gobierno de haber apostado por la "represión salvaje" tras haber hundido "el proceso de negociación que pretendía reconocer el derecho de autodeterminación de Euskal Herria y dar la palabra al pueblo". En esta misma línea, critica la "chulería del opresor", en referencia a las palabras del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, en las que apuntaba su intención de detener a un alto número -exactamente de tres dígitos, recordó- de miembros de ETA y su entorno.
"Jóvenes comprometidos". En su argumentación, la organización terrorista llega a acusar al Gobierno de haber dado inicio "en todos los frentes" a operaciones policiales "que tienen por objetivo la detención, la tortura y el intento de asesinato de los militantes independentistas vascos que luchan y trabajan por la creación del Estado de Euskal Herria". Esto, por ejemplo, ha propiciado la detención de innumerables "jóvenes comprometidos", que es como la banda denomina a los a los que llevan a cabo acciones de violencia callejera.
También arremete contra los partidos vascos, a los que acusa de tratar de "ocultar la situación de opresión que padecen en todos los ámbitos y la represión que ejercen los poderes de España y Francia sobre los vascos". Y los medios de comunicación españoles y franceses tampoco se libran, ya que son responsables de "mentir y confundir" por medio "de acusaciones falsas", distorsionando el contexto político de los hechos". "Al parecer, todo vale contra ETA", concluye.
