La cabaña andaluza de porcino se ha reducido en 636.854 cabezas el último trienio, esto es, casi una cuarta parte (23,1%) respecto a la registrada en 2007. Al finalizar 2010, había en la comunidad autónoma 2.119.523 cerdos, tanto blancos como ibéricos, según la actualización del censo ganadero realizada por la Consejería de Agricultura.
Se trata de la mayor caída de todas las ganaderías existentes (porcino, ovino, caprino, bovino y equino) y revela la crisis de precios que soporta especialmente este subsector, y que se da sobre todo en el cerdo ibérico, más caro que el blanco y que ha padecido con intensidad la bajada del consumo por la difícil coyuntura económica.
Precisamente en el año de partida, el de 2007, se alcanzó el récord de ganado porcino en Andalucía, con 2.756.377 animales, por el enorme impulso de la raza ibérica, que comenzó a producir en masa el ibérico de cebo, aquél alimentado con piensos en lugar de bellotas. Se vivían entonces los últimos coletazos del boom económico y fueron muchos los empresarios no tradicionales, sobre todo enriquecidos por el ladrillo, que desembarcaron en un negocio cárnico que, por entonces, gozaba de rentabilidad y perspectivas de futuro y era mimado por administraciones y entidades financieras. Llegada la crisis económica, frustración.
El número de cabezas de porcino registrado el año pasado fue el menor desde 1999, cuando se contabilizaron 2.156.968 cabezas, según consta en el censo ganadero. En 1998 se había superado por vez primera la barrera de los dos millones.
Desde el arranque de la crisis, la cabaña bovina también se ha reducido en el campo andaluz, en concreto el 13,59%, hasta 605.105 animales, si bien es cierto que es una ganadería que, en el censo de la consejería, muestra significativas oscilaciones de un ejercicio para otro.
Junto con el porcino, el ovino, que no aparca su crisis desde mediados de la pasada década, al detectarse en la comunidad focos de la enfermedad de la lengua azul, también ha sufrido un severo recorte. Son 604.121 cabezas menos que al finalizar 2007, es decir, un 18,44% inferior, hasta 2.670.810. Lejos queda el récord de 3.485.158 alcanzado en 1998.
En cuanto al ganado caprino, 1.072.458 eran las cabezas el año pasado, el 5,22% por debajo de las de 2007, si bien esta cabaña suele ser más estable que las restantes. Su máximo se logró en 1996, con 1.364.702.
Frente al retroceso generalizado, aumenta, en cambio, el ganado equino. Al finalizar 2010 el censo relevaba la existencia en la comunidad de 234.440 caballos, yeguas, mulas y asnos, un 15,50% más que tres años antes.
Este último crecimiento vino, sobre todo, por los caballos y las yeguas, puesto que en el trienio analizado aumentaron en 52.081 cabezas, hasta 202.693. Hay que tener en cuenta que la crisis económica ha frenado el comercio de estos animales, tal y como han denunciado en reiteradas ocasiones las distintas asociaciones de criadores, sobre todo la del pura raza española.
Los animales a los que antiguamente se recurría más para realizar las tareas del campo, los asnos y las mulas, son los que más retroceden en Andalucía, prácticamente a la mitad en los últimos tres años. Así, 13.202 burros se contabilizaban en 2010 y 18.545 mulos, según los datos de la consejería.
