Esto provocó el cierre durante casi dos horas de esta artería de comunicación, clave en el área metropolitana por conectar Sevilla con los polígonos y parques comerciales de Alcalá de Guadaíra, lo que originó desde las 15.00 horas retenciones kilométricas, sobre todo en la salida desde la capital hispalense.
Desde la Dirección General de Tráfico (DGT) confirmaron que a esa hora las retenciones rondaban los seis kilómetros dirección Málaga, mientras que en sentido Sevilla eran algo menores debido a que pudo habilitarse la vía de servicio para facilitar el paso. Todo a la espera de que los técnicos de la compañía eléctrica se desplazaran hasta el lugar para proceder a la retirada del cable, que se precipitó a la altura del kilómetro 7,500 de la A-92.
La caída se produjo después de que se precipitara parte de la carga de un camión tras topar con el puente, que a su vez se llevó por delante un tubo, de unos 10 centímetros de diámetro, que contenía el cableado para Venta la Liebre. No hubo que lamentar daños personales, si bien varios vehículos sufrieron recalentamientos: a esa hora la temperatura rondaba los 40 grados.
Los bomberos de Alcalá de Guadaíra se encargaron de sujetar el cable al puente mientras llegaban los técnicos de la suministradora y se procedía también a liberar la calzada de la mercancía que se cayó del camión. Las retenciones dirección Málaga superaban ya los siete kilómetros con el consiguiente contagio a otras carreteras, como la SE-30, para mayor desesperación de los conductores. Muchos se salieron de sus vehículos.
Poco antes de las 17.00 horas, la Guardia Civil pudo reabrir la autovía en ambos sentidos. Hasta el lugar del siniestro se desplazaron, además de varias unidades de la Guardia Civil para controlar el tráfico, una grúa de gran tonelaje que se encargó de retirar el cable una vez que éste fue desconectado por responsables de la suministradora.
