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La caída de unos cascotes deja al Centro sin salida a la Ronda Histórica

Tussam sólo llega a la Puerta Osario por el corte de Jáuregui pordesprendimientos.

el 20 may 2010 / 10:50 h.

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Foto: José Manuel Cabello

La calle Jáuregui y la plaza Padre Jerónimo de Córdoba tuvieron que ser cerradas ayer al tráfico por el peligro de derrumbe de un edificio de la citada calle. La alarma saltó poco antes de las 10.30 horas cuando varios cascotes de la fachada cayeron al suelo, sin que afortunadamente provocara daños personales ni tampoco materiales. De hecho, ni siquiera fue necesario desalojar los bloques aledaños.

Los vecinos de la zona avisaron rápidamente a la Policía Local, que se personó en el lugar procediendo al corte del tráfico en la zona por orden de la Delegación de Movilidad. La plaza quedó cerrada al tráfico y también la calle, que es de un único sentido y de salida desde el Centro hacia la Ronda Histórica. Esto provocó que el tráfico sólo podía circular por la calle Escuelas Pías, que es de sentido inverso al de Jáuregui.

Como consecuencia los autobuses de Tussam que tienen su terminal en la plaza Ponce de León han tenido que trasladarla a la Puerta Osario, ya que todos ellos salen del Centro por Jáuregui hacia la Ronda.

Los técnicos de la Gerencia de Urbanismo llevaron a cabo ayer varias inspecciones del inmueble para evaluar su estado y el riesgo de desprendimiento y derrumbe del mismo. La última de ellas se produjo a las 17.00 horas, tras lo que se decidió mantener al calle cortada al tráfico.

El inmueble, situado en el número 2 de Jáuregui, se encuentra prácticamente en ruina. Su fachada está cubierta por una red protectora, que no impidió que los cascotes cayeran en plena vía, y con todas las ventanas y puertas totalmente cerradas. El bloque lleva ya varios años en ese estado, sin que se acometa ningún tipo de obra en el mismo, según denunciaron ayer algunos vecinos de la zona. Éstos se quejaron de que no es la primera vez que caen cascotes y del peligro que supone el mal estado del edificio.

Pero lo peor del desprendimiento fue el caos que provocó el corte del tráfico en esa zona del Centro, próxima a la Encarnación. Los atascos a la entrada por Escuelas Pías se estuvieron registrando toda la mañana, ya que eran muchos los conductores que se paraban para preguntar a los agentes de la Policía Local por dónde debían circular. Los más despistados eran los que pretendían salir del Centro por Jáuregui y se encontraron con los policías en Ponce de León para desviar a los vehículos hacia la calle Feria y desde ahí enfilar hacia la Ronda, con la consecuente vuelta que tenían que dar, de ahí que más de uno se cogiera un buen enfado que incluso pagaron con los agentes. "¿Y ahora por dónde tiro?", fue la pregunta más repetida por los conductores, a los que pacientemente fueron contestando los agentes. "Esto es grande, siempre igual", decía un motorista más que enfadado.

A los peatones también les afectó el corte, ya que por la calle no se podía acceder y todos eran desviados hacia Escuelas Pías. "¿Y ahora qué pasa?", decía una señora cargada de compras, "y con el calor que hace, vaya plan". Otros, en cambio, comprendían la situación y se lamentaban de que "el Ayuntamiento no haga nada, van a dar lugar a que esto se caiga", comentaba una señora a otra mientras se abanicaba con energía.

Aunque lo ocurrido ayer no fue grave, el fantasmas de otros casos en los que si ha habido que lamentar desgracias personales pasó por la mente de más de uno: Bazar España o el derrumbe del muro de Bustos Tavera.

El primero de ellos ocurrió el 31 de diciembre de 1998 cuando, debido al viento, la antigua fachada del Bazar España se desplomó. En el suceso fallecieron cinco personas, algunas de la cuales estaban en la parada de autobús.El otro suceso ocurrió el 6 de abril de 1999 en la citada calle. Una joven que transitaba por allí falleció como consecuencia.


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