Más riqueza para los niños desfavorecidos y para la ciudad. Éste es el deseo de sus Majestades de Oriente, que anoche fueron coronadas en los Reales Alcázares. Comienza un reinado mágico que culminará el próximo 5 de enero, cuando rebosen de ilusión los ojos de los pequeños y mayores sevillanos.
Ya se empieza a poner rostro a la edición número 90 de la Cabalgata de Reyes. José Luis Sáez, presidente de la Federación Española de Baloncesto y directivo de la FIBA, encarnará a Melchor con tal anhelo que ayer no quiso soltar la corona a la hora de agradecer la elección. "Me la llevo, no me la vayan a quitar", bromeó camino del estrado.
Le siguió Miguel Vilaplana, vicepresidente y consejero delegado del grupo Vilamar, rey Gaspar desde ayer. Se dejó ver emocionado en el atril mientras recordaba la primera vez que disfrutó de la cabalgata. "Era el año 62. Tenía 18 años. Quedé tan impresionado que pregunté por su recorrido para verla tres veces".
Y como mandan los cánones, en tercer lugar llegó Baltasar en la persona de Antonio Pulido, presidente de Cajasol. "Me siento en estos momentos como un niño", confesó.
La Estrella de la Ilusión, que recogió por error la diadema después de Gaspar, lleva el nombre de Rocío Gordo Gaitán. El ateneísta Juan Meneses representará el Gran Visir, y el concejal de Movilidad, Francisco Fernández, al Mago de la Fantasía.
