Muy largo fue su discurso, más de lo habitual, y palos distribuyó por doquier. Tres ideas principales en la alocución. Primera, Andalucía está perdiendo peso en el Estado. Segunda, ante la "falta de estrategia clara" del Gobierno autonómico contra la crisis económica, los agentes sociales (sindicatos y empresarios) deben acometer iniciativas, incluso sin la concurrencia de la Administración regional. Y, por último, vaya menosprecio al empresariado que ni siquiera ha recibido una medalla de reconocimiento de cara al 28-F, el día de la Autonomía andaluza.
En la asamblea anual de la patronal CEA, celebrada ayer en Sevilla, su presidente, Santiago Herrero, ofreció a UGT y CCOO -sus líderes andaluces asistieron como invitados a la cita- un pacto para hacer atractiva Andalucía a las inversiones, contribuir a la competitividad de las empresas y evitar que ninguna se marche fuera a entornos "más propicios".
Aunque reiteró el compromiso de los empresarios con la concertación social, el patrón afirmó, una vez más, que ésta no está funcionando "como debiera", y así lo había trasladado al presidente andaluz, José Antonio Griñán. Éste, comentó, no tiene una estrategia clara contra la crisis, sus medidas son "aisladas y poco estudiadas" y se echan en falta "decisiones valientes y arriesgadas e ideas y capacidad de decisión". Es más, incidió, "Andalucía está perdiendo peso político en beneficio de otras comunidades, y peso económico y empresarial a causa de la crisis".
Fuera del auditorio, Francisco Carbonero, secretario regional de CCOO, y Manuel Pastrana, su homólogo en UGT, reconocieron que ya había conversaciones con la CEA para abordar el citado pacto, aunque éste ni devaluará la concertación social ni está reñido con ella, pues sigue siendo un instrumento válido y vital contra la crisis.
De lo que se trata, abundaron, es de gestar entre patronal y sindicatos un clima de confianza en Andalucía para que el posible inversor perciba que va a tener una "buena acogida", merced, detalló Carbonero, a "unas relaciones laborales normalizadas".
Ese pacto, aclaró Pastrana, no nacería con la voluntad de excluir a nadie, en referencia a la Junta. No obstante, tanto él como Carbonero reconocieron que la concertación social, que sí incluye al Gobierno autonómico, requiere un impulso.
De vuelta a la asamblea de la CEA y marcando todavía más distancias con la Junta, Herrero indicó que no acudirá a los actos institucionales del 28-F para así manifestar su rechazo a que ningún empresario haya recibido la medalla de Andalucía.
Este asunto, en su opinión, encierra "una inusitada gravedad", pues el Ejecutivo de Griñán no estaría considerando "a los buenos empresarios como referentes sociales". Sin reconocimiento oficial, agregó, nunca calará en Andalucía el espíritu emprendedor.
En réplica y a través de un comunicado, la Junta lamentó esta decisión de la CEA y que ésta "no reconozca a todos los empresarios". "El 28-F es símbolo de la unión de todo un pueblo, que debe estar por encima de los lógicos posicionamientos sectoriales". Hay otros escenarios y momentos más aconsejables para expresar las diferencias.
Sin embargo, y frente a los que cuestionan el actual Estado de las Autonomías por el excesivo gasto de las administraciones públicas y la proliferación de funcionarios, el jefe del empresariado regional recordó que la Constitución consagra la igualdad de condiciones entre los españoles, y para ello es necesario la solidaridad entre los territorios para aproximar los niveles de rentas y la prestación de servicios públicos semejantes, se viva en Almería o Gerona.
"No resultaría inteligente que, para resolver las contradicciones de la desvertebración autonómica, abonemos el terreno siempre empedrado de la desigualdad". En este contexto, abogó por una "defensa acérrima" de la "unidad de mercado" y concebir una visión nacional de las políticas más importantes relacionadas con la promoción económica, la industria, la energía, el agua y, cómo no, las relaciones exteriores.
"Frente a los múltiples agujeros que produce la crisis, la única respuesta debe ser la firme voluntad nacional [...] en la convicción de que todos integramos la nación española; al menos yo como andaluz me siento partícipe de ese proyecto".
Esta idea apareció antes en su discurso al hablar del triunfo del catalán Joan Rosell en las elecciones para presidir la CEOE. "No debe correrse ningún riesgo en la unidad de mercado, en la defensa del interés general de España y en el concepto país".
Números rojos y Herrero se baja el sueldo y va a la CEOE
De la crisis no se libran ni las patronales. La CEA cerró 2010 con números rojos (déficit) de 132.000 euros, cantidad en la que los gastos superaron a los 5,9 millones de ingresos. El presupuesto de 2011 bajará un 5,4% y los sueldos se congelarán para el personal técnico y se recortarán el 5% para los directivos. Por primera vez en la historia de la CEA, hubo en 2010 más bajas de asociaciones empresariales y empresas particulares que altas. Se fueron 31 y entraron 17. En total son 364. Por lo demás, Herrero deshojó la margarita y dijo sí a la vicepresidencia que le ofreció Rosell en la CEOE.
La patronal pide depurar responsabilidades en los ERE
Santiago Herrero lamentó que Andalucía sea noticia de primera página nacional por el presunto fraude de los ERE. Defendió la utilidad de este instrumento para abordar el cierre de empresas inviables, suspender contratos y reducir jornadas "pero otra cosa muy distinta es su uso fraudulento". Exigió, por tanto, que se depuren las responsabilidades que hubiere y dejó claro que las organizaciones patronales "estamos absolutamente ajenas a este desagradable asunto, nunca hemos sido llamadas en estos procesos de empresas en crisis".
