La Semana Santa sevillana siempre estuvo relacionada con un mundo concreto y, en este sentido, la Centuria Macarena proviene del decimonónico, lleno de personajes bíblicos, sibilas, virtudes? y romanos; en definitiva, las comparsas de los autosacramentales y de la ópera, mezcladas en la síntesis que imponían las modas.
Después llegaron otras que aventaron lo anterior, excepto a esos ciento y pico de legionarios y a algunas figuras simbólicas; no son una creación ex profeso sino el resultado de una evolución. Los tiempos cambian; hace mucho que la ópera dejó de tener carteles de Alfons Mucha para dar paso a las nuevas imágenes del cine y el cómic, y es de ellas, indudablemente, de donde han salido (también el paso) los armaos del sanedrín en la agrupación parroquial de La Milagrosa.
Para los que vamos para viejos, estos gustos nos saben a tebeos y un poco a los cortejos levantinos de moros y cristianos, pero son los que imperan en unas zonas en busca de una personalidad propia. Es un fenómeno inicial, no algo que termina, y seguramente dará vueltas hasta acabar sabe Dios dónde, quizás en el mundo de la Guerra de las Galaxias; pero mañana, hoy o ayer dirá que la raíz de las cofradías, la particular Historia Sagrada de un barrio, sigue viva. Eso es fácil de explicar con la Sociología o la Antropología, y más difícil que lo explique una religión.
Antonio Zoido es escritor e historiador.