El discurso que dio ayer el presidente de la patronal sevillana durante la asamblea ordinaria de la CES volvió a ahondar en el malestar del empresariado por las respuestas ante la crisis. La necesidad de abordar cambios estructurales, entre ellos la reforma del mercado laboral, y de abrir el grifo de la liquidez, fueron sus grandes reivindicaciones.
El jarro de agua fría que está suponiendo para el empresariado sevillano la actual crisis económica y las reivindicaciones de este colectivo ante sus necesidades más inmediatas centraron ayer la asamblea general de la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES). El presidente de la institución, Antonio Galadí, que compareció antes de que se celebraran las elecciones, centró su discurso en exigir una reforma del mercado laboral e instó a las autoridades a llevar a cabo cambios estructurales que sirvan para paliar la actual situación.
Respecto al primer punto, Galadí se mostró indignado por que "se resuma" en la frase "abaratamiento del despido" la propuesta empresarial. "Hacerlo cuando hablamos de reforma laboral es tremendamente injusto y fruto de un básico y sesgado planteamiento", denunció. Así, aseguró que se trata de un "intento de enfrentamiento de los empresarios con la sociedad".
En lo que a la reforma del mercado laboral se refiere, aseguró que la CES defiende la reducción de los tipos de contrato y, aunque insistió en que el temporal "es necesario e imprescindible en determinados sectores", dijo que "no es menos cierto que su abuso provoca situaciones muy injustas".
En este sentido, apostó por buscar fórmulas "encaminadas a un tipo de contrato indefinido, ajustado a la producción" pero, eso sí, "con un coste del despido asumible por el empresario". Y sentenció a este respecto: "Los mensajes sacados de contexto no aportan nada positivo".
A su vez, recordó que un estudio de la CES asegura que "España está por encima de la media europea y mundial en cuanto al costo del despido y también está por encima en rigidez laboral".
Tampoco olvidó el papel de las Administraciones ante la crisis. "Exigimos la adopción de medidas estructurales que provoquen un cambio en los terrenos fiscal, laboral y administrativo", recalcó Galadí, para, con ello, reactivar la economía a través del desarrollo productivo de las empresas.
En este punto, el presidente de la patronal sevillana lamentó que los gobernantes, aun "con el agua al cuello", sigan "sin darse cuenta de la gravedad" de la situación, y advirtió de que "no basta" con lo que se ha venido haciendo hasta ahora. "Decía el otro día Santiago Herrero que nunca la empresa se había sentido tan abandonada y tenía razón", explicó ante la asamblea.
falta de liquidez. Otra constante entre las quejas de los empresarios es la falta de financiación para abordar sus proyectos. En este sentido, Galadí subrayó que "hay que tomar medidas para garantizar que las ayudas públicas que se den a la banca española lleguen a la economía real". Así, el representante empresarial apostó por que el ICO "comparta el riesgo" con las entidades financieras y "se titulicen los créditos a las pymes que se han financiado con aportaciones públicas".
Galadí recordó además el apoyo empresarial a los grandes proyectos que afronta la provincia sevillana, como Fibes, el Puerto, la SE-40 o la SE-35, "temas centrales de nuestras reivindicaciones en los últimos años que parece que han empezado a caminar", señaló y añadió su respaldo a la Torre Pelli. En cualquier caso, apuntó que quedan asignaturas pendientes como el Cercanías o las siguientes líneas del Metro hispalense.
"Sevilla se merece en estos momentos que los empresarios estemos al nivel que se espera de nosotros", recalcó Galadí, aunque auguró que "la crisis actual va a hacer que desaparezcamos muchos en el intento".
