A finales de 2009 el Gobierno de PSOE e IU decidió delimitar el carril bici de la calle San Fernando y la Avenida de la Constitución con tachuelas, similares a las que acotan el espacio del Metrocentro. Era la mejor fórmula para no tener que levantar, otra vez, el piso de estas céntricas calles recién reurbanizadas y peatonalizadas. Así empezó la fiebre por la tachuela. Pese a que cuando se colocaron para el tranvía hubo críticas por ser un teórico peligro para los ciclistas y para las personas mayores.
Ahora, el Gobierno de Juan Ignacio Zoido (PP) ha decidido delimitar los veladores con tachuelas similares. Separadores metálicos a ras de suelo que, en teoría son inofensivos. Sin embargo, ¿cuántas tachuelas habrá en las aceras de la Avenida si todas sus terrazas se acotan con este sistema? O en San Jacinto, o en la avenida de la Buhaira... Sólo hay que recordar que en Sevilla se abren más de 200 nuevos establecimientos de hostelería al año, según el último informe de La Caixa, y que en su provincia ya hay más de 9.500 bares (sólo Málaga supera esta cifra en Andalucía).
La intención de la Gerencia de Urbanismo es que la nueva ordenanza de veladores ponga "orden" en las calles, donde han proliferado los veladores, sobre todo tras la entrada en vigor de la ley anti tabaco. Los hosteleros han multiplicado las mesas en el exterior, e incluso han inaugurado terrazas donde nunca las ha habido, por la necesidad de hacer frente a la prohibición de fumar dentro de los establecimientos. Así que Urbanismo detectó cómo muchos empresarios actuaron con celeridad, sin necesidad de cumplimentar los trámites de una petición de licencia o incumpliendo los límites de la que tienen concedida. Y como la actividad de los bares se ha desaplazado a la calle, las sanciones se han multiplicado: en los primeros nueve meses de 2011 ya se habían puesto un 102% más de las denominadas multas coercitivas que en todo el año 2010.
Ahora el PP quiere poner coto al velador. Pero no será fácil. En primer lugar porque algunas calles o aceras se pueden convertir en un mar de tachuelas ante tanta concentración de terrazas y en otros casos porque poco puede hacer una tachuela ante la tradición de tomarse una cerveza en medio de una plazoleta.
El propio delegado de Urbanismo, Maximiliano Vílchez, lo dejaba claro la semana pasada: los clientes de los bares de la plaza del Salvador no podrán salirse del espacio delimitado por los retacos metalizados -con el símbolo del No&do- clavados en el suelo y si lo hacen podrían ser multados. ¿Por qué? Por consumir alcohol en la calle a modo de botellona. Si es la mesa alta del bar la que se sale más allá de la tachuela, será el propietario del establecimiento quien afronte una posible multa, pero si es el cliente con su vaso, será él el que infringe la norma.
Otra cosa es que la Policía Local pase la mano para no acabar, a base de multas, con la tradición de tomarse una cerveza en la palza del Salvador. Evidentemente, las normas están para cumplirlas, pero a partir de 2013 se verá o no la efectividad de las tachuelas que, por cierto, colocará Urbanismo pero pagará el dueño del bar.
