"Palestina no va a proclamar su independencia, que ya lo hizo en 1989, ni va a solicitar el reconocimiento, puesto que ya la reconocen muchos estados. Lo que pide es otra cosa: ser miembro de pleno derecho de la ONU", explica el catedrático de Derecho Internacional y experto de la Universidad de Sevilla en terrorismo internacional Joaquín Alcaide.
"Seguramente no lo consiga hoy por el veto de EEUU, pero si la asamblea general de la ONU la admite como estado observador, con un estátus similar al del Vaticano, podrá ingresar en organismos como la Unesco y, lo que es más importante, en la Corte Penal Internacional", completa la explicación. "Hay probabilidades de que esto ocurra y la consecuencia será inmediata. Todo hecho violento que suceda en el territorio reconocido de Palestina -las fronteras anteriores a 1967 , mayores que el espacio que controla la Autoridad Nacional Palestina- puede ser denunciado ante el Tribunal Penal Internacional como agresión". ¿Por qué el veto de EEUU? Para este profesor hispalense la clave está en el "lobby judío de Washington" y la política tradicional de protección de los intereses judíos de la superpotencia., en contraste con la posición de España, "de equilibrio tradicional, quizá porque quiera redimirse de la expulsión de los judíos y también de los moriscos". Palestina será, en todo caso "un Estado sobre el papel", en opinión de Alcaide. Gran parte de su territorio reconocido está ocupado por Israel, que además de fragmentarla en islotes, sigue con la política de asentar judíos y ha levantado un muro dentro de los límites de Cisjordania , no en la frontera. Además, gran parte de su población vive fuera de Palestina en calidad de refugiada y sin posibilidad de retorno. Por último, como carece del control de las fronteras, no puede defenderse de agresiones atentados.
