Miki Roqué será tratado y operado de su tumor en la pelvis en la clínica Dexeus de Barcelona, uno de los centros más importantes de España y que va a gestionar el caso del futbolista del Betis con una disposición que ha sorprendido al club verdiblanco. El vicepresidente, José Antonio Bosch, viajó ayer a la Ciudad Condal para cerrar el acuerdo económico y se encontró con la "agradabilísima" sorpresa de que la clínica le da todas las facilidades posibles, incluidas las económicas.
"Estamos impresionados. En la clínica renuncian a cualquier plusvalía, es un negocio privado pero se olvida de cualquier beneficio. Ni siquiera me han dejado hacer provisión de fondos", apuntó Bosch, que viajó con un asesor en salud en previsión de que el coste se fuese por las nubes y la negociación se complicase. No será así y, de hecho, el directivo llegó a decir que el cirujano que operará a Miki, Enric Cáceres, "se niega a cobrar".
En el comportamiento de la clínica tiene mucho que ver la mano del FC Barcelona. Los especialistas que trabajan en el tratamiento de Miki están vinculados al club azulgrana, que se ha tomado el caso como si se tratase de uno de sus futbolistas. "El director médico del Barça está entregado a la causa, de hecho visitó a Miki el día que ingresó a Abidal. Sólo tengo palabras de agradecimiento, ellos le buscaron la clínica y el médico", reconoció Bosch.
En cuanto al jugador, dijo Bosch que "irradia energía en todas las direcciones y está superagradecido por todas las muestras de apoyo". "Me ha pedido que les diga a sus compañeros que lo peor para su salud es que pierdan partidos", contó.
