La ya de por sí saturada estación Plaza de Armas asumirá 6.400 viajeros más al día del Prado de San Sebastián si persiste la intención del Ayuntamiento de reconvertir la histórica estación en un centro de recepción de autobuses turísticos. Para empezar, la Junta de Gobierno municipal dio ayer comienzo a los trámites para suprimir el servicio que presta en la actualidad y poner el citado inmueble a disposición de Tussam libre de cargas. Su reutilización turística no se plasma por escrito, si bien el portavoz del Gobierno local, Francisco Pérez, hizo mención expresa a que la nueva utilidad iría encaminada a la de "estación de autobuses turísticos".
A falta de saber si cristalizará una redistribución de las líneas de bus que depende del dictamen de la Junta de Andalucía, el camino emprendido por el Gobierno municipal de Juan Ignacio Zoido implicaría centralizar los servicios de autobuses en Plaza de Armas, una estación que ya está de por sí saturada por su servicio. No piensa de esta forma el Consistorio hispalense, que esgrime estudios que corroboran que es posible ese trasvase de líneas. "Tiene espacio para hacerlo", argumentó Pérez, que indicó que son "pocas líneas" las que operan actualmente en la estación del Prado de San Sebastián.
La realidad es que se trata de más de un centenar de autobuses, que conectan con unos 50 municipios sevillanos de los Alcores, la Campiña y la Sierra Sur, además de contar con líneas con Cádiz, Málaga y Córdoba, muy usadas en periodo estival. Los controladores del Prado aseguraron a esta redacción que la media de usuarios de lunes a viernes es de 6.400. Cada día entran 128 autobuses a esta estación y otros tantos salen, con una media aproximada de 25 viajeros cada uno. Los sábados baja la afluencia de pasajeros, pero los domingos por la tarde sube de forma importante. Además, los trabajadores apuntan que a estos 6.400 usuarios hay que sumarles las personas que vienen a recoger o despedir a viajeros, por lo que el tránsito es elevado.
Los trabajadores, además, denuncian el "trastorno" que ocasionará el traslado de los autobuses a Plaza de Armas, en una zona de la ciudad con dos únicas líneas de Tussam, el C3 y el C4, "mientras que el Prado hay miles de combinaciones para moverse por la ciudad, en especial teniendo en cuenta que de aquí salen y llegan fundamentalmente estudiantes y trabajadores de pueblos de la provincia, cuyo trayecto se alargará para cruzar la ciudad".
La misma idea sobre la falta de conexiones manejan desde las empresas concesionarias del servicio de autobuses, entre las que figuran Linesur, Los Amarillos, Casal o Comes. Aunque el Gobierno municipal mantiene que las empresas están conformes con el traslado, esas simplemente asienten ante una decisión que "está más que tomada y que depende de un acuerdo entre el Consistorio y la Junta de Andalucía". El presidente de la Asociación Empresarial de Transporte Metropolitano de Sevilla y gerente de Casal, Luis Martín, confiesa que este cambio podría dificultar el servicio, ya que se "produciría un flujo de muchos autobuses" por vías céntricas de gran intensidad de tráfico como es el caso de Paseo de Colón, Reyes Católicos o Marqués de Paradas.
MARQUESINAS
Las empresas de autobuses indicaron que la estación del Prado cuenta con el valor añadido de facilitar la intermodalidad, ya que el usuario puede acceder a líneas de Tussam, el Metrocentro y la línea 1 del Metro de Sevilla. Para subsanar ese cambio, el Consistorio y las concesionarias han acordado como solución la colocación de una parada intermedia "con marquesinas" que iría en la avenida de Portugal. Dicho de otra manera, se perdería la estación pero no la parada.
Pese a todo, Martín advierte de que ese futuro traslado hacia la estación de Plaza de Armas supondrá, pese a ser considerado como positivo para el Consistorio, un encarecimiento del billete. "A más kilómetros hay más coste en gasolina", señaló Martín, sin entrar en el tráfico que puedan encontrar estas líneas que, a diferencia de las de Huelva -que nutren Plaza de Armas- tienen que cruzar por la capital hispalense.
Pese a todas estas puntualizaciones, el Ayuntamiento considera más útil reconvertir la estación en punto de referencia de los autobuses turísticos de la ciudad, un planteamiento que es del agrado de las Agencias de Viajes de Sevilla. Hasta la fecha, la oferta estaba disgregada entre las paradas del Paseo de las Delicias, en las proximidades de San Telmo y en el Paseo de Colón. Este último es el que citó ayer Pérez como "un problema de tráfico", ya que ocupan un carril de circulación a la altura de la Torre del Oro. En total, harían uso de esta estación, que fue construida en 1940 y declarada BIC, una treintena de autobuses turísticos, que son los que operan en la capital en temporada alta -primavera y otoño-.
Desde el Ayuntamiento aseguraron el pasado mes de septiembre que en 2010 se devengaron por todos los conceptos relacionados con la estación del Prado una cantidad de 152.000 euros, y en 2011 unos 137.000, cuando "sólo el coste del personal de la estación de autobuses es superior a 1,5 millones anuales", una cantidad a la que se añadirían otros costes indirectos de mantenimiento del servicio y del edificio. Otra cuestión que lleva a plantear el cierre de la estación, según el Consistorio, es la "necesidad de personal en otros servicios municipales, que pudiera paliarse en parte con la reasignación de los efectivos actualmente adscritos a la estación de autobuses, sin incremento alguno del gasto público".
Asimismo, desde el Gobierno municipal admitieron que las instalaciones de la estación muestran un aspecto "bastante deteriorado, lo que ha dado lugar a numerosas quejas por parte de los usuarios".
Los trabajadores de la estación presentaron un plan de viabilidad que recogía, entre otras propuestas, la vuelta al Prado de San Sebastián de las líneas de corto recorrido y la concesión de la gestión de las instalaciones a una empresa externa. "Pero no quieren soluciones, quieren cerrar esto y ya está", lamentaron.
