Los tiempos de jolgorio llegan a su fin. Es tiempo de ponerse serios y dar el do de pecho, por mucho que le cueste a algún que otro jugador africano del Sevilla. Tan sólo restan cinco partidos de Liga y el equipo nervionense se juega su presencia en la Liga de Campeones la próxima temporada, su objetivo, su presupuesto y casi parte de su futuro. El tiempo de devaneo, como la Feria, acaba, y los errores ya no tienen justificación. El calendario, benévolo en los últimas jornadas para los nervionenses, se pone además cuesta arriba a partir de encuentro de esta noche en Getafe. Luego quedarán el Atlético de Madrid –aunque los intereses colchoneros dictan que no debe ser ése su partido del año–, el Racing de Santander, el Barcelona y el Almería para acabar con la temporada liguera.
Por su relevancia, el encuentro de hoy puede ser de confirmaciones o de descartes. El Sevilla, por ejemplo, puede confirmar que ha mejorado con Antonio Álvarez en el banquillo. También que ha mejorado físicamente y fuera de casa. También puede reafirmar el Sevilla su talla en este final de competición, incluso meterse en la pelea por el lejano tercer puesto. Y podría, dependiendo del Mallorca, confirmar su cuarta plaza siempre que los baleares no saquen adelante su partido ante el Málaga (17.00).Pero también puede ser el choque de los descartes porque, para empezar, el Getafe puede quedar fuera de aspiraciones mayores. Está a siete puntos del conjunto hispalense en estos momentos y podría quedar a diez... con doce por delante. Descartado también podría quedar el Sevilla para la plaza de clasificación directa (la tercera, actualmente del Valencia) para la máxima competición continental. Y descartados pueden quedar los fantasmas sevillistas que persiguen al Getafe, al que el propio equipo blanquirrojo, cuando aún era entrenado por Manolo Jiménez, eliminó de la semifinal de la Copa del Rey esta misma campaña. Otro mal trago ante los andaluces, que los batieron además en la final de la Copa de 2007. Aunque para fantasma, Palop, paralotodo en esa eliminatoria copera de este 2010.
RECUERDOS. Ese último precedente, de este mismo año, deja claro que el equipo de Míchel es uno de los mejores de la categoría, o al menos de los que más hacen sufrir al Sevilla. La vuelta de la semifinal de la Copa, hace poco más de tres meses, ha sido uno de los duelos en los que más ha sufrido el conjunto sevillista en las últimas temporadas. Milagrosamente, sólo acabó 1-0 en contra, lo que le valió para pasar a la final. Pero las sensaciones, el juego y las ocasiones de los getafenses no se olvidan por Nervión. Ni tampoco el partido de ida de Liga, en el que salieron derrotados los sevillistas aumentando su crisis como local.
De estos encuentros deben extraer los de Nervión ciertas conclusiones, aunque ya el entrenador no sea el mismo. El primero, que ‘San Palop’ no aparece todos los días y que fiarse sólo a él es más que peligroso. Segundo, que si el balón es del rival las ocasiones y las opciones de victoria, también. Tercero, que salir a defender no es una buena opción ante los de Míchel, porque saben atacar mucho mejor que agazaparse. Y cuarto, que los jugadores que salgan deben estar con un buen tono físico, porque, por ejemplo, en la vuelta de la Copa del Rey el equipo sevillista quedó exhausto.
En ese sentido, Antonio Álvarez sigue contando con pocos mimbres para ir formando su equipo ideal. Si bien ha recuperado a Stankevicius y Duscher, ha perdido definitivamente a Drago y a Squillaci sin fecha fija. Si a ellos le sumamos las bajas, eternas otra vez, de Konko, Fazio y Acosta, más la de Perotti, el técnico se encuentra con pocas opciones que conducen a una clara continuidad en el once.
