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La crisis circula por la autopista de peaje

La AP-4 funciona como indicador de las estrecheces: menos tráfico y vacaciones bastante más cortas.

el 16 oct 2010 / 19:12 h.

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Hay veces en las que un pequeño detalle dice más que sesudos estudios y análisis. En la AP-4, la autopista de peaje que conecta Sevilla con Cádiz, lo saben bien y allí han notado la crisis a su manera. No sólo porque las grandes cifras digan que el número de vehículos que circulan cada día por ella ha caído hasta los niveles de 2006, antes de que empezaran las estrecheces, sino porque en verano las escapadas que eran de 15 días este año lo han sido de cuatro o cinco, una semana a lo sumo.

Lo primero indica que hay menos empleo y por lo tanto menos trabajadores que acudan a sus puestos; lo segundo, que muchas familias han reducido sus vacaciones a la mínima expresión, dando por hecho desde luego que otras no se han podido permitir este año lo que para ellas ya era un lujo.

Eso, dicen, se ve muy bien en lo que le llaman el peaje troncal, que es el que está en Las Cabezas de San Juan. “Este año mucha gente ha cogido vacaciones más cortas", explica el gerente de la AP-4, Enrique Fuentes, quien reconoce que la crisis se capea lo mejor que se puede, pero que el año está siendo durillo. Pese a que las cifras sean pequeñas el tránsito es menor, pero es que encima el mal tiempo meteorológico tampoco ayuda. “Ésta es una autopista muy de fin de semana y eso se ha notado, este año hasta el carnaval ha sido muy malo", todo ello con la guinda del temporal que obligó a cerrar por primera vez en su historia un tramo de la autopista. Fue durante 24 horas y a la altura de Jerez de la Frontera (Cádiz), donde la porquería que se acumuló en plena carretera dio para llenar 30 camiones.

La autopista que nace en Dos Hermanas va camino de cumplir las cuatro décadas desde su inauguración, que celebrará en 2011. Su primer año completo fue 1972, cuando circularon por ella 2.466 vehículos de media al día, y el mejor fue 2007, cuando estalló en EEUU la crisis que a nosotros nos llegaría meses después: 25.068 vehículos, un 1.016% más que cuando abrió después de acumular 12 años consecutivos de subidas considerables. Pero llegó 2008 y la cosa cambió (-2,81% de crecimiento), y la tendencia a la baja se mantuvo en 2009 (-1,85%).

Lo primero que se notó que caía fue la actividad relacionada con la construcción, porque dejaron de verse muchas de las cuadrillas de trabajadores camino de los tajos. Después cayó el tráfico pesado, y eso que nunca ha sido el fuerte de esta autopista, porque los camiones prefieren ir con tranquilidad por la N-IV y así ahorrarse el peaje.

Pese a que los agobios aprietan a todos, en Abertis Autopistas (la empresa que gestiona la AP-4, que es propiedad del Ministerio de Fomento ) se tientan la ropa porque las cifras han caído, sí, pero no una barbaridad. Y el pulso con la N-IV lo siguen ganando de largo, porque la autopista capta entre el 75% y el 77% del tráfico del corredor entre Sevilla y Cádiz, lo que la convierte en uno de los principales accesos a la capital hispalense y una de las carreteras más importantes del área metropolitana.

Con sus 93 kilómetros de longitud, en ella trabajan entre 70 y 100 trabajadores en función de la temporada, y la de más tarea es el verano. En julio pasado circularon 1,2 millones de vehículos y una cifra muy similar en agosto, con otras dos características en común: los tráficos han vuelto a caer con respecto a 2009 (un 3,7% y un 6,1%, respectivamente) y además en los dos casos las jornadas de más tránsito fueron el día 16, no el 1 o el 31 como antes. ¿La explicación? Pues lo dicho, que muchos han acortado las vacaciones.

Los fines de semana veraniegos es cuando se producen las únicas retenciones del año, sobre todo los domingos de vuelta de la playa. ¿Habría manera de evitarlas? Ignacio Arbilla, director de Red Centro-Sur de Abertis Autopistas, explica que esos días se abren todos los peajes dirección Sevilla y Cádiz, que se consideran más que suficientes para la demanda media de la vía pero que aún así se produce algún que otro atasco esos días. ¿La solución? Pues pagar con tarjeta de crédito (permite pasar por un carril menos usado) y, sobre todo, apostar por el telepeaje, utilizando el dispositivo Vía T que permite pasar sin llegar a frenar porque, aunque haya que reducir, se puede circular incluso a 40 kilómetros por hora. El aparato –un producto que, en función de la entidad bancaria, sale como mucho por 20 euros– carga el importe como si fuera una tarjeta de crédito. Pese a que puede evitar más de una cola, el índice de utilización sigue siendo bajo: no llega al 10%.

El conductor con este dispositivo tiene un carril reservado, tanto que el que se mete en él sin contar con el aparato se arriesga a una multa porque cuenta con señalización oficial avalada por el Código de Circulación. Otra cosa es que la Guardia Civil se ponga a perseguir a todos estos infractores, aunque lo que sí que hace con frecuencia es colocar radares móviles (la autopista no los tiene fijos) en los accesos a los peajes, porque hay más de uno que se olvida de reducir la velocidad por muchas limitaciones que haya.
Con tanto kilómetro de autopista, lo más complicado es el mantenimiento.

En 2009 se invirtieron 8,1 millones de euros en conservación, y este año se han ido 800.000 euros en mejorar el asfaltado, un millón de euros en tareas de jardinería y 90.000 euros en arreglar las barandillas de los 44 pasos elevados que cruzan sobre la autopista, que en realidad son responsabilidad de la administración propietaria de la carretera que atraviesa este punto. Hay que sumarle que el temporal dejó daños valorados en 400.000 euros, o las mejoras que se realizan continuamente tras el parte que pasan los dos vehículos de mantenimiento que siempre están patrullando la carretera, que cuando se inauguró hace casi 40 años presumía de técnicas constructivas tan novedosas que los expertos del XI Simposio Internacional de Pavimentos de Hormigón, reunidos en Sevilla, han visitado el único tramo de calzada original que queda.

Más o menos así es el día a día en estos 93 kilómetros de autopista, y así al menos se van a mantener hasta 2019, que es cuando expira la actual concesión. ¿Se eliminará definitivamente el peaje, como se hizo en 2005 en Jerez de la Frontera? Eso lo decidirá el Estado cuando llegue el momento, y ya sólo hay que esperar nueve años.

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