C.M./D.C.
La crisis económica también se ha dejado notar en la Universidad de Sevilla, inmersa en la mayor operación de nuevas infraestructuras de su historia más reciente. La víctima ha sido el edificio que Ciencias de la Educación estrenará en Viapol, que acumula seis meses de retraso.
La nueva facultad, diseñada por los arquitectos sevillanos Cruz y Ortiz, tenía que estar lista este próximo mes de septiembre, como se recoge en la página web de la Universidad de Sevilla. Sin embargo, el Vicerrectorado de Infraestructuras ya ha comunicado al Decanato de Ciencias de la Educación un retraso oficial en las obras de seis meses. Es decir, que el edificio no estará listo hasta el 31 de marzo del año próximo. Pese a todo, la Hispalense sigue manteniendo firme su compromiso de que el curso 2009 /2010 comience en la nueva sede de Viapol, donde Derecho y Ciencias del Trabajo se mudan a partir de este mes de septiembre.
El responsable académico de Infraestructuras, Antonio Ramírez de Arellano, apunta el motivo de estos retrasos: "La empresa constructora -el Grupo Bruesa- ha tenido problemas financieros, lo que nos obligó a hacer cambios en el contrato y adelantarles el dinero, lo que se llama certificaciones a cuenta". Pero que no cunda el pánico. La Hispalense asegura que mantiene la fecha del traslado de Ciencias de la Educación al nuevo edificio: el curso 2009/2010. Aún sabiendo que el tiempo para equipar el nuevo inmueble sería más que ajustado. La crisis no ha sido el único elemento que ha retrasado la obra seis meses. La empresa ha tenido que pulir "ciertos detalles" con los arquitectos, sobre todo en lo relacionado con los materiales a usar en la construcción, abunda Ramírez de Arellano.
así será la nueva facultad. La primera piedra del edificio se puso el pasado 14 de abril de 2007, siendo entonces el rector Miguel Florencio y el vicerrector de Infraestructuras, el actual responsable académico, Joaquín Luque. Entonces se anunció que Ciencias de la Educación estrenaría una nueva sede después de una década de reivindicaciones. El proyecto de Cruz y Ortiz prevé un edificio con más de 24.000 metros cuadrados, con capacidad para 5.000 estudiantes, una guardería anexa (en la nave conocida como la del paraguas), un aparcamiento de 150 plazas, aulas de música, laboratorios de idiomas e incluso un gimnasio.
La nueva facultad es posible gracias al convenio urbanístico que la Universidad de Sevilla y el Ayuntamiento firmaron en el marco de revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) por el cual la sede actual de Ciencias de la Educación se enajena y se vende para la construcción de pisos (cerca de 70 de renta libre y otros 60, de protección oficial en plena Avenida de Ciudad Jardín). Con el dinero de esta operación -en torno a 30 millones de euros-, la Universidad sevillana costea la construcción y equipamiento de la nueva sede.
