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"La cultura del deporte se está abriendo camino poco a poco en los últimos años"

el 15 sep 2012 / 18:43 h.

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Alejandro Castrillo (Granada, 1985) es un emprendedor que ha decidido hacer de su pasión su trabajo. Y no le ha podido salir mejor. Con casi cinco años de vida, Kanina Bikes, dedicada a la venta y reparación de bicicletas, ha completado un recorrido ascendente al que no ha hecho mella la crisis económica .

-¿Fue el boom provocado por el carril bici lo que le llevó a montar su empresa?

-No tuvo nada que ver, fue una casualidad. Lo que tenía en mente era montar un negocio y me llevó más a ello el ponerme en marcha como autónomo y el espíritu aventurero. Yo sabía sobre el tema porque salía mucho en bici e incluso competía y estaba todo el día rodeado del mundo de la bicicleta y pensé en crear un trabajo con el que, además de ganar dinero, pudiera hacerlo con un tema que me gusta. Y la cosa ha ido bien. Por ahora, seguimos creciendo.

-Difícil crecer en plena crisis, teniendo en cuenta que abrió el negocio hace casi cinco años...

-Ha ido a más gracias al trabajo que hemos realizado y a la inversión en publicidad y el apoyo que hemos prestado a equipos y clubes ciclistas. No nos podemos quejar de cómo nos va, desde luego. Ese apoyo a los clubes ha sido fundamental porque fomenta que la gente monte en bici y que haya más consumo. En el equipo hay chavales desde 14 años hasta adultos de 60. Es una manera de fidelizar.

-¿Qué perfil tiene su público?

-La mayoría son hombres y deportistas. También gente normal a la que le gusta el tema de la bici. Se acercan abuelos para comprarle alguna a su nieto, novias que quieren hacer un regalo especial a sus parejas, en Navidad también hay más consumo... Es un abanico muy amplio. Además, no sólo proceden de Sevilla capital, sino también de la provincia, ya que la mano de obra que ofrecemos y el servicio posventa es de alta calidad. Y es que, aparte de vender bicicletas, también las reparamos y asesoramos al cliente sobre la mejor opción para su perfil. La idea es no despachar una bici así porque sí, sino ofrecer la mejor, más allá de los precios, para que obtenga el mayor rendimiento dependiendo de lo que quiera conseguir con ella.

-¿Ha crecido mucho la competencia en los últimos años en Sevilla por el hecho de que cada vez más gente va en bici?

-No sólo en Sevilla, sino en toda España. Y tiene más que ver con el auge del deporte a nivel general que con el éxito del carril bici en Sevilla en particular. Cada vez hay más gente que hace deporte en la calle, más cultura de eso. Se han abierto muchas tiendas en los últimos años, aunque eso no significa que todas tengan un servicio competente. De hecho, en los últimos tres años se han abierto unos 30 establecimientos relacionados con el negocio en Sevilla, de los que ya han echado el cierre diez. Lo importante es mantenerte y seguir creciendo. Cada año hemos podido contratar a un trabajador más y abarcar más cosas. La idea no es hacerlo todo deprisa y corriendo. Ahora mismo somos tres.

-¿Cómo ha cambiado esa filosofía sobre el deporte?

-En Sevilla, cuando vienen extranjeros por una temporada, enseguida buscan cómo agenciarse una bici o conocer los mejores sitios para correr. Eso aquí no solía suceder, aunque cada vez se da más a menudo. La cultura del deporte no se había establecido, la gente en general era más sedentaria, aunque ésa es una cuestión que está cambiando. También ha ayudado a este tema el desarrollo y éxito del carril bici, porque la gente usa la bicicleta para ir a trabajar y se anima a sacarla también los fines de semana. Además, han ayudado a socializar este deporte las grandes cadenas tipo Decathlon, que han sido las que han puesto a disposición del usuario productos baratos. Ellos han abierto el campo y una vez que la persona ya se aficiona, busca bicicletas más especializadas y de mayor calidad, así como un servicio más personalizado. Y ahí es donde entramos nosotros, que ofrecemos un producto más caro pero también de una calidad muy superior, además de los servicios de asesoramiento y posventa.

-¿Cuáles son sus principales competidores?

-Nuestra principal competencia son las tiendas especializadas, no las grandes cadenas. De hecho, éstas nos vienen incluso bien, porque abren el camino a los clientes con precios más económicos y luego vienen a nosotros. Y, a pesar de la crisis, la gente se gasta dinero en esto, supongo que un poco para desconectar de los problemas a los que se tiene que enfrentar todos los días. Llega el fin de semana y quiere irse al campo o hacer deporte para pensar en otras cosas y así evadirse.

-Además, el ciclismo es un deporte rey en España...

-Más bien princesa. Nada supera al fútbol, aunque es cierto que está muy por encima de otros en cuanto a promoción. Por ejemplo, la natación, que ha triunfado en los Juegos Olímpicos, cuenta con muy poca difusión en los medios. Uno de nuestros amigos, el sevillano Antonio Piedra, que sale con nosotros a entrenar, ha ganado una etapa en la Vuelta a España y estamos muy orgullosos. Además, es cliente. Normalmente, los grandes ciclistas salen de la zona de Levante, Cataluña y Madrid, donde hay más escuelas y presupuesto para carreras y por tanto más oportunidades. Es una cuestión de estadística. De hecho, Antonio lo tiene más difícil, porque cuando se concentra tiene que recorrer 1.000 kilómetros para estar con el resto del equipo, con lo que conlleva.

-Como el negocio le va bien, ¿tiene pensado expandirse a otros lugares?

-Ya tenemos otro establecimiento en Andújar (Jaén) desde hace un año que lleva otro chico. No tenemos pensado abrir más de momento, por ahora nos quedaremos así. Creo que el que mucho abarca, poco aprieta.

-¿Ha encontrado muchas dificultades a la hora de montar la empresa?

-Ni facilidades ni dificultades. No te ayudan mucho tampoco. Pedí dos subvenciones hace años y he recibido la carta hace poco denegándomelas. Los pequeños empresarios somos los que estamos tirando del carro, los que estamos creando empleo decente, mientras que las grandes empresas cuentan con más facilidades pero hacen contratos basura. Nosotros vamos por derecho. En temas de burocracia tampoco me encontré muchos problemas, aunque es cierto que va lento. Pero si tienes ganas de montar una empresa lo haces, lo demás son excusas. No hay que quejarse. El que no monta un negocio propio es porque no quiere.

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