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La cumbre del G-8 no arranca ni promesas ni dinero para los africanos

Se desvanecen las esperanzas para África. Los dirigentes del continente que ayer se reunieron en Toyako (Japón) no arrancaron más que promesas a los miembros del G-8. Nada de dinero, ni siquiera el pactado en la anterior cumbre de Alemania que tocaba ratificar.

el 15 sep 2009 / 07:33 h.

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Se desvanecen las esperanzas para África. Los dirigentes del continente que ayer se reunieron en Toyako (Japón) no arrancaron más que promesas a los miembros del G-8. Nada de dinero, ni siquiera el pactado en la anterior cumbre de Alemania que tocaba ratificar.

En la cumbre de Gleneagles de 2005, en Escocia, las potencias se comprometieron a duplicar sus ayudas a partir de 2010. Éstas iban a pasar de 25.000 a 50.000 millones de dólares anuales. A cambio, los estados africanos se comprometían a trabajar por el desarrollo de sus países, a fortalecer la democracia y acabar con la corrupción. Dos años más tarde, en la reunión de Heiligendamm, en Alemania, prometieron entregar otros 60.000 millones para combatir las pandemias de enfermedades emergentes en el continente sin confirmar los plazos de entrega del dinero. Ayer, en Toyako, sólo tenían que confirmar lo primero y hacer un calendario para lo segundo.

El Comité para el Progreso de África, que se estableció tras la cumbre escocesa y que entre otros componen el ex primer ministro británico Tony Blair, el ex secretario general de la ONU, Kofi Annan y el cantante Bob Geldof, entre otros, concluyó en un reciente informe que ninguna de las dos partes cumplió del todo sus compromisos. Por un lado, la asistencia financiera que vislumbró el G-8 se ha quedado corta en al menos 40.000 millones de dólares. Y por la parte africana, los conflictos de Darfur, Congo y Somalia, aparte de la falta de firmeza de la Unión Africana contra Zimbabue, demuestran que al continente aún le queda mucho por hacer. Y todo sigue igual después de la reunión de ayer, que congrega a representantes de Japón, Canadá, Italia, Reino Unido, Rusia y Alemanialos y a mandatarios de Etiopía, Argelia, Ghana, Nigeria, Senegal, Sudáfrica y Tanzania, por otro.

Los líderes africanos también insistieron en las dificultades que viven por la crisis alimentaria que, según el presidente del Banco Mundial (BM), Robert Zoellick, puede prolongarse hasta 2012 a causa, entre otros factores, de biocombustibles elaborados a partir del maíz y vegetales aceitosos. "No se necesitan más promesas", insistió en una rueda de prensa junto al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para quien el mundo afronta actualmente tres crisis: el cambio climático, las emergencias de desarrollo y la crisis alimentaria.

Así, apuntó que es preciso que los líderes de los siete países más ricos del mundo logren "resultados" en la reunión de tres días que hoy comenzaron en un apartado hotel de Hokkaido. "El G8 debe llevar esperanza" porque "no tenemos tiempo que perder", señaló el presidente del Banco Mundial, quien reclamó un aumento de la asistencia alimentaria, más fertilizantes y que se ponga fin a las restricciones a la importación de alimentos.

El secretario general de Naciones Unidas pidió al Grupo de los Ocho que no se vuelva atrás en las promesas que hizo en anteriores cumbres y le advirtió que el desarrollo de África requerirá al menos destinar ayudas por 62.000 millones de dólares para luchar contra las enfermedades infecciosas. Además analizarán el cambio climático, pero EEUU no ha querido pronunciarse sobre si se llegará a un acuerdo para recortar emisiones de gases contaminantes a largo plazo.

Japón, el país anfitrión, aspira a llegar a un pacto para reducir en 2050 al 50% los niveles actuales de emisiones, mientras EEUU sólo quiere incluir en cual

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