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La difícil vuelta a Jardín Atalaya

Las 38 familias desalojadas en septiembre del bloque Jardín Atalaya en Camas pueden volver a sus casas, pero sólo 10 familias lo han hecho porque tras haber apuntalado el edificio quedan por reparar daños y grietas que hacen poco habitables las viviendas.

el 16 sep 2009 / 00:05 h.

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Las 38 familias desalojadas en septiembre del bloque Jardín Atalaya en Camas pueden volver a sus casas, pero sólo 10 familias lo han hecho porque tras haber apuntalado el edificio quedan por reparar daños y grietas que hacen poco habitables las viviendas.

Tras esta primera fase recién terminada, en la que se ha efectuado el micropilotaje del edificio (una obra para asentar los cimientos), y en teoría con los vecinos viviendo en el bloque, queda ahora el examen de vigas y pilares y más tarde los arreglos de los daños en el interior de los pisos.

Pero casi nadie ha vuelto aún: ahí está el caso de Santiago Soto (5o D): su casa presenta grietas en todas las habitaciones y el pasillo. Ayer mismo el técnico de la empresa que continuará con las reformas, Azul de Revestimientos Andaluces, le desaconsejó la vuelta e incluso la reparación inmediata de las innumerables hendiduras, al menos hasta que pasen dos veranos, para comprobar su comportamiento y dilatación.

Después de eso queda "picar, picar y picar", expone el técnico, Juan Carlos Barrial. Un desembolso extra que ya no cubrirá la subvención de la Junta (unos 5.000 euros a cada vecino) ni la derrama de la comunidad -6.000 euros extra por casa-. Soto calcula que para los daños de su casa le espera una obra de 18.000 euros. Ni se quiere imaginar cuándo podrá volver a su hogar.

No es el único con problemas: las nueve puertas D del bloque presentan un estado parecido y las zonas comunes lucen testigos en las grietas y desconchones que evidencian que queda mucho por hacer. En todo caso, todos los vecinos han tenido que aportar 9.000 euros para el inicio de las obras y ahora esperan poder recuperar parte de su desembolso con la subvención autonómica.

El bloque Jardín Atalaya fue desalojado a las 21.00 horas del 5 de septiembre cuando aparecieron las primeras grietas que evidenciaban que el edificio, de nueve plantas, se movía. Desde entonces hasta el 27 de febrero sus vecinos han permanecido en un hotel y en pisos de alquiler.

Apuntalar bajo tierra. En paralelo se acometieron desde octubre trabajos de micropilotaje a cargo de Andaluza de Pilotes. La obra ha consistido en atravesar con tubos de hormigón la arcilla inestable sobre la que se asienta el bloque hasta dar con roca a 20 metros de profundidad. El vecino Jaime Muñoz lo explica así: "es como apuntalar, pero bajo tierra". Y es que el edificio tendía a hundirse. Núñez tampoco se atreve a volver, por ahora a su piso.

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