Aguirre, el magnífico (Alfaguara), el último libro de Manuel Vicent, se fraguó hace 25 años, cuando su protagonista, Jesús Aguirre, presentó al escritor como "mi futuro biógrafo" ante el Rey Juan Carlos, en torno a un plato de chorizo. "Coño, Jesús, pues como lo cuente todo, vas aviado", dicen que dijo el monarca.
Vicent (Castellón, 1936), que acudió ayer a Sevilla invitado por el ciclo Letras Capitales del CAL, no lo cuenta todo en su libro. No pretende ser una biografía exhaustiva, sino "un retablo ibérico que explique medio siglo de Historia de España" teniendo al marido de la Duquesa de Alba como pretexto. Aguirre fue un niño sin padre reconocido, se hizo seminarista, se marchó a estudiar teología en Alemania, dirigió una editorial elitista como Taurus y, finalmente, llegó a Duque de Alba. "Aun cuando se secularizó, nunca dejó de decir misa. Confesó a todos los socialistas que después fueron padres de la patria. Pero nunca hubo duque más Duque que él, porque fue consciente de que lo era cada minuto", dice el autor.
Integrado en la tertulia de El Parsifal, conocida por "su ironía, su sarcasmo y mordacidad, donde todo tenía que ser divertido", y frecuentada por Juan Benet, Javier Pradera, García Hortelano, Gil de Biedma y Jaime Salinas, Jesús Aguirre "se casó con la Duquesa de Alba como una boutade más. Era otra forma de sorprender a los amigos, de salir por una puerta inesperada", explica. "Muchos creían que la tertulia seguiría a la sombra de los goyas y los tizianos, pero cuando fue Duque hizo un corte absoluto. Al único que permitía ir al Palacio de Liria era a Hortelano, que tenía la gracia de dar siempre la razón".
Y aunque el libro contiene algunos pasajes más o menos ambiguos en cuanto a la sexualidad del Duque y su deriva emocional, Vicent asegura que "quienes conocieron a Aguirre y han leído el libro consideran que es divertido. Muchos pensaban que me iba a exceder, y ven que no ha sido así , que no he hecho maldad. La esencia de la literatura y el arte es saber detenerse a tiempo".
Ante la recentísima noticia de que Cayetana de Alba se casará en a los 84 años con su novio, Alfonso Díez, Vicent se encoge de hombros: "Creo que la Duquesa ha hecho siempre lo que le ha dado la gana. La moral la lleva la clase media, esa idea de que hay que portarse bien, ser alguien el día de mañana... Eso no es para la nobleza".
"Jesús Aguirre", prosigue Vicent, "murió solo, el último que le asistió fue el Duque de Huesca. La Duquesa estaba entregando un premio aquí, en Sevilla. Tampoco me la imagino cogiéndole de la mano, preguntándole ‘cariño, ¿cómo te encuentras?'".
Para Vicent, hoy sería inconcebible un personaje como Aguirre, "porque, aunque ahora la Historia va a una velocidad increíble, lo hace sólo en una dirección: no hay un cambio de naturaleza. En aquellos años sí hubo un cambio en España, en la forma de ser, de hablar, de estar en el mundo... Además, hoy epatar no se lleva. ¿Qué nos puede sorprender? Entonces sí podías llevarte sorpresas: el cura Aguirre podía llegar a Duque de Alba y Solana a director de la OTAN".
