Local

"La educación depende del dinero pero, sobre todo, de cómo se gestiona"

Sol Cruz Guzmán, arquitecta

el 12 ene 2013 / 18:20 h.

TAGS:

Les confieso que lo más difícil de esta entrevista ha sido ponerle una profesión a la mujer vivaracha y sonriente que ven en la imagen. Sol Cruz Guzmán estudió Arquitectura (trabajó para un estudio durante años), aprobó las oposiciones de Secundaria durante la baja maternal del primero de sus tres hijos (es profesora en excedencia), junto a su marido se abrieron paso en el mundo hotelero en Jerez y ahora lo hacen en Cádiz con la rehabilitación de la Casa del Almirante, y desde hace meses colabora en el Ayuntamiento de Sevilla en la Corporación de Empresas Municipales. Junto a Inma Ramos y Lidia Merino, diseña ropa infantil y flamenca en sus ratos libres y, no sabemos cómo, pero también ha sido la artífice de los disfraces de dos de las carrozas que desfilaron el pasado 5 de enero por las calles de Sevilla.

-Dejó la arquitectura cuando consiguió plaza como profesora interina y dejó la enseñanza para trabajar en el Ayuntamiento de Sevilla. ¿Volvería a la enseñanza sabiendo cómo está el patio?
-Los recortes en educación van a tener graves consecuencias. Pero la situación de desconcierto y los problemas en la educación tienen más que ver con la falta de disciplina y autoridad. Durante los ocho años que estuve en este sector, pude presenciar a profesoras con gran experiencia desbordadas por la falta de disciplina llorando en clase. Contra eso hay que tomar medidas.

-¿Y esa tarea de la disciplina y la autoridad depende sólo del centro educativo?
-Hay que involucrar a los padres, claro, pero la política educativa debe enfocarse al fomento del esfuerzo. En educación se ha terminado nivelando a la baja y no se ha premiado la excelencia.

-Pero todo eso al final requiere inversión, dinero que ahora no tienen las administraciones.
-Es cuestión de dinero pero también de cómo gestionarlo. Durante años ha habido dinero para regalar ordenadores pero no para suplir a un profesor de baja durante más de un mes y medio.

-¿Qué es más peliagudo: trabajar en educación o con los políticos?
-Trabajar en una administración local es un reto. Descubres que tiene unas potencialidades brutales, que se pueden hacer muchas cosas por el bienestar de los ciudadanos.

-¿Y son tan malos gestores los políticos como señalan todos los estudios de opinión?
-En esta sociedad tenemos buenos y malos políticos, sí, pero igual que malos profesores, malos policías, malos bomberos... Estamos en una época en la que parece que tenemos que estar enfadados con el mundo. Los políticos de ahora están mejor formados que los de hace 30 años, a los que tenemos idealizados.

-¿Los múltiples casos de corrupción entonces son hechos puntuales?
-El que delinque, a la cárcel. No hay más. Yo me fío de las personas con las que trabajo, que son honradas y honestas.

-¿Para qué les ha servido a los ciudadanos la Corporación de Empresas Municipales?
-La tendencia en las administraciones públicas es la de centralizar y agrupar para reducir costes, y esta estrategia se refleja en organismos como la Corporación. Entre otras muchas cosas, se ahorrará muchísimo dinero y, al mismo tiempo, se asegurará la calidad de los servicios públicos.

-Pues los sevillanos se siguen quejando de la falta de limpieza, por ejemplo, y denuncian la política de recortes.
-Esto tiene que ver más con una percepción que con una realidad.

-¿Quién gestiona mejor el dinero público: la administración local o Educación?
-Las administraciones locales funcionan mejor porque están más cerca del ciudadano. En Educación las cosas se distorsionan más. Hay mucha más burocracia. En la administración local, sin embargo, los problemas se resuelven en horas. En la educación puedo decirle que un problema no se ha solucionado hasta que los padres han ido a una emisora de radio a denunciar la falta de un profesor durante meses.

-Usted ha recorrido diversos y muy distintos caminos profesionales. ¿Cree que en la administración local está ya su sitio definitivo?
-En este momento estoy muy a gusto. Creo en lo que estoy haciendo tanto en la administración como en el proyecto de moda infantil en el que me embarcó una compañera hace ahora tres años.

-¿Le dieron facilidades para convertirse en empresaria?
-No muchas, la verdad, pero lo que hay que tener es alma de autónomo.

-¿Con esa alma se nace o se hace?
-En el master de interiorismo que doy en la CEA les intento meter a mis alumnos el gusanillo del emprendimiento. De hecho, han salido dos proyectos muy interesantes. El espíritu del emprendedor hay que inculcarlo desde pequeño. Hay que llevar a empresarios a las escuelas para que expliquen cuáles han sido sus experiencias. Los jóvenes tienen miedo a que las cosas salgan mal. Si así fuera, no pasa nada. ¡Se inventa otra cosa!

-¿Los partidos son emprendedores o conservadores a la hora de aplicar políticas?
-Un proyecto público puede tener muchas consecuencias, hay que pensárselo mucho. Las decisiones políticas han de tener un buen asesoramiento técnico, legal y financiero. De lo contrario, pueden dejar una deuda muy grande a los ciudadanos.

-Como arquitecta, ¿qué le parece la ciudad diseñada en los últimos años?
-Yo con ese dinero habría hecho una cosa totalmente diferente en Sevilla. Ojalá hubiéramos aprendido de otros.

-¿Tampoco le gustaba el proyecto de rehabilitación de las Atarazanas?
-Me da pena que no se vayan a reactivar, pero no entiendo el motivo por el que no se ha podido adaptar el proyecto a lo que se pedía.

  • 1