Economía

La emergencia retorna ya a los embalses de regadío

Antes de tiempo, los pantanos de la regulación general del río Guadalquivir han entrado en situación de emergencia, debido a la necesidad de desembalsar de golpe agua a mansalva para compensar la salinidad del cauce. En estos momentos, nivel al 30%. Foto: Alejandro Hernández.

el 15 sep 2009 / 07:18 h.

Antes de tiempo, los pantanos de la regulación general del río Guadalquivir han entrado en situación de emergencia, debido a la necesidad de desembalsar de golpe agua a mansalva para compensar la salinidad del cauce. En estos momentos, nivel al 30%.

Un mes con los grifos abiertos y de nuevo en situación de emergencia. El hecho de que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) tuviera que desembalsar agua a mansalva para lavar la sal del cauce del río, que estaba perjudicando las siembras de arroz en las marismas sevillanas, ha llevado a los pantanos de la regulación general -cuyos recursos hídricos se destinan preferentemente a la agricultura- al nivel de alerta que lograran abandonar con las lluvias de la pasada primavera.

Fuentes del organismo regulador de la cuenca confirman que a esta rápida e inesperada situación ha sobrevenido por los casi 100 hectómetros cúbicos que, de golpe, se han tenido que soltar tras el aumento de la salinidad del Guadalquivir, denunciado hasta la saciedad por la Federación de Arroceros de Sevilla, con directas acusaciones hacia la Autoridad Portuarias por hipotéticos dragados del río que esta institución niega. En este sentido, las fuentes agregaron que los arroceros han consumido ya casi la mitad del volumen (dotación) hídrica que tienen asignada, y ello pese a que el cultivo está recién plantado.

El último parte de la CHG, elaborado el lunes pasado, indica que los embalses de la regulación general del río -quince y que suman la principal aportación de agua para los riegos de la cuenca- se encuentran al 30,81% de su capacidad, con 1.505,69 hectómetros cúbicos de agua almacenados. El año pasado por estas mismas fechas, acumulaban dos puntos porcentuales más.

Mientras, la media del Guadalquivir (esos pantanos, los que están asignados a comunidades de regantes concretas y los destinados a los abastecimientos urbanos) se eleva al 40,3%, frente al 43,41% de principios del mes de julio del pasado año, según la CHG. No obstante, hay que introducir un matiz: si no fuera por la puesta en servicio del embalse Arenoso, que lógicamente ha reforzado la regulación de la cuenca (ha pasado de 4.719,6 a 4.886,6), el estado actual de los recursos hídricos sería peor.

La CHG ha aprobado para esta campaña de riegos un desembalse total de 750 hectómetros cúbicos, de los que alrededor de 200 serían para los arroceros, que, un año más, sólo han podido sembrar la mitad de sus tierras. Y es el tercero con restricciones en la cuenca.

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