La creación del gobierno metropolitano se queda estancada en el plano de las ideas. Y, Sevilla, que ni siquiera ha podido dar los primeros pasos porque tiene otras cosas más importantes en las que pensar -llámese crisis-, tampoco escapa a un fenómeno que alertan los expertos: nadie apuesta realmente por una gobernanza de carácter metropolitana.
El seminario Procesos urbanos y metropolitanos de España, que se celebró en la Cámara de Comercio de Sevilla gracias al Ministerio de Ciencia e Innovación y a la Universidad Pablo de Olavide, abordó la cuestión y tienen claro que, por ahora, ni hay voluntad política ni participación ni instrumentos para la gestión de un ente así.
Sólo hay que ver el panorama español. Francisco Toscano, profesor de la UPO, recordó que sólo Valencia y Barcelona -esta última tras darse recientemente una segunda oportunidad- han apostado realmente por una gobernanza metropolitana. "El panorama es desolador en el resto de España, donde apenas se han utilizado planes de gestión para las áreas metropolitanas", manifestó, sin obviar que en esta lista figura Sevilla.
Andreas Hildebrand, profesor de la Universidad de Sevilla, coincide en esa teoría y lamenta "el déficit de gobernanza metropolitana", que no se ha aplicado porque hay una falta de cooperación entre municipios. "En España falla la cultura corporativa y prefieren el todo para mi y muerte al vecino", defendió. Los ayuntamientos, a su juicio, no ponen inconvenientes en alcanzar pactos metropolitanos en temas menores como la cultura o los residuos, que hasta le supone un ahorro en costes. Pero eso no pasa cuando se trata de suelo urbanizable, tales como vivienda o parques empresariales. "Ahí dicen que esto es para mi y la medalla me la pongo yo", indicó para añadir que eso explica "que haya parques industriales en cada pueblo y algunos de ellos semivacíos".
Pero éste no es un caso únicamente sevillano ni español. Hildebrand señala que sólo hay tres países donde ha triunfado el modelo metropolitano: Reino Unido, Alemania y Francia. Además, en el último caso se obró el milagro porque se premió a 36.000 municipios con años de financiación.
Otro experto, José María Feria, de la Universidad Pablo de Olavide, arrojó más de pesimismo sobre la creación del área metropolitana. Este profesor reparte las culpas e incluso critica el diseño del Plan de Ordenación del Territorio de la Aglomeración Urbana de Sevilla (Potaus), porque considera que no se ha resuelto con una visión metropolitana, sino más bien fragmentada. "Lo lógico habría sido conceder una o dos grandes áreas de oportunidad y no 69 que, además, la mayoría no son estratégicas", aclaró. Además, lamentó que "no se fije un mecanismo de seguimiento" del plan.
Ante la inviabilidad del gobierno metropolitano -o autoridad única, tal y como se ha denominado en Sevilla-, el peso de la responsabilidad recae, según algunos asistentes a estas jornadas, en las mancomunidades y los consorcios. Toscano apuntó a que la fórmula "más barata" es aprovechar las infraestructuras ya existentes, que resulta "menos forzoso" que una autoridad única, que "se construye de arriba a abajo". Esta alternativa tiene su desarrollo en Sevilla con el Consorcio Metropolitano de Transportes o el de la Vivienda, entre otros entes.
