Centenares de vecinos del entorno de la calle Enladrillada celebraron ayer con una gran fiesta los cinco años de apertura del Huerto del Rey Moro, un "trozo de campo dentro de la ciudad", al que muchos ciudadanos han dado vida y sobre el que, según estos colectivos, pesa la sombra del ladrillo.
Música, malabares, juegos infantiles y para mayores, comida popular. El Huerto del Rey Moro acogió ayer una gran fiesta reivindicativa para celebrar que, hace un lustro, unas vecinas de la zona decidieran abrir su portón y organizar allí el primer encuentro ciudadano y para "defender este espacio" ante un posible desalojo por parte de las administraciones.
Aquel solar abandonado, de unos 5.500 metros cuadrados, empezó de esta forma -según el relato de los colectivos participantes en la convocatoria- a servir de marco para el disfrute y encuentro del vecindario y para el enriquecimiento cultural, educativo y social del barrio. Es ya un "tesoro de toda la ciudad", señalan.
El encuentro de ayer, impulsado por la asamblea La Noria, gozó de un carácter reivindicativo en defensa del que, para este colectivo, constituye un "espacio único, verdadero trozo de campo dentro de la ciudad".
Los vecinos alertan de que la Oficina del Área de Rehabilitación Concertada Casco Norte de Sevilla cuenta ya con el permiso para acometer excavaciones arqueológicas en el Huerto del Rey Moro, lo que, a su juicio, "sería una magnífica noticia si dichos trabajos se promovieran para investigar y poner en valor los restos que se sabe atesora este espacio". Sin embargo, la sospecha del vecindario es que la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento siguen pretendiendo construir viviendas en la zona y que la motivación profunda de estos trabajos arqueológicos no es otra que "averiguar dónde no hay escollos que dificulten la edificación pretendida". En definitiva, los vecinos denuncian que las excavaciones arqueológicas sólo servirán de "excusa para el desalojo y clausura del lugar" al uso y disfrute ciudadano.
El encuentro vecinal de ayer se suma a la acampada reivindicativa organizada hace escasas fechas y que sirvió para ensayar medidas con que hacer frente a un posible desalojo. En un comunicado, la entidad ciudadana La Noria advierte de que estas iniciativas no serán las últimas mientras los políticos no alcancen a aceptar las demandas del vecindario.
Declarado monumento por la Consejería de Cultura en el año 2001, el valor patrimonial del conjunto que forman el Huerto y la Casa del Rey Moro es excepcional. De entre todas las actividades desarrolladas por entidades ciudadanas en este espacio destacan dos: el programa de huertos vecinales y el de los huertos educativos.
