La apertura de la fosa de Alfacar se complica. Ahora que la familia de Lorca, uno de los cinco enterrados, desvela que no alegará contra la exhumación, la nieta del profesor Dióscoro Galindo anuncia que sí va a recurrir, exigiendo que no se abra el enterramiento. Afirma que será un "circo mediático" y que ella ya sabe dónde descansa su abuelo.
Lo avanzó ayer el diario Público: la nieta biológica del profesor republicano, Nieves Galindo, va a usar el plazo de 15 días abierto el lunes por la Consejería de Justicia para recoger alegaciones contra la apertura de la fosa y va a expresar su oposición al proceso. Se conforma con saber dónde está su abuelo y rechaza que se vea implicado en el "espectáculo" que, a su juicio, rodeará la exhumación, ya que como vecino de fosa Galindo tiene al poeta granadino Federico García Lorca.
Lo extraño de esta oposición es que la familia del maestro ha sido siempre la impulsora de la apertura, la que más ha batallado por la exhumación en Alfacar. Sin embargo, ahora una guerra interna en la familia ha cambiado las tornas. Como explicó ayer el hijo de Nieves Galindo, Raúl Guindal, "quien pedía que se abriera la fosa era Nieves García Catalán", una niña que fue acogida por la familia Galindo y que se denomina nieta del profesor, cuando no lo es biológicamente. Ella ha sido la que ha llevado la causa a la Audiencia Nacional, la que ha ayudado a editar libros sobre su abuelo y la que sostiene que la hija del asesinado, que fue su madre de acogida, siempre defendió un enterramiento digno para su padre. "Nuestra familia siempre se ha opuesto a este circo, no es nuevo; de hecho, cuando nos sacaron en la Audiencia no es que apoyáramos el trámite, sino que nos personamos para pedirle a Garzón que paralizara la apertura, pero ahora que podemos alegar lo vamos a hacer para acabar con esta manipulación", señaló Guindal, quien indicó que aún están estudiando el Boletín Oficial de la Junta (BOJA) para saber cómo presentar su queja.
La Consejería de Justicia confirmó ayer que, por el momento, la apertura de la fosa no ha recibido "ninguna alegación", que "no necesariamente" ese paso supone un veto y que se "respeta" la postura de todas las familias implicadas en el proceso. A la de Lorca -que ahora no se opone a la exhumación pero pide intimidad y que el cuerpo no se cambie de lugar- se suman la del banderillero Antonio Galadí y la del funcionario Fermín Roldán, que son las que, junto a Nieves García Catalán, han pedido que se rescaten e identifiquen los cuerpos enterrados entre Víznar y Alfacar. El otro fusilado, el banderillero Joaquín Arcollas, murió sin descendencia y nadie se ha implicado en esta polémica.
