"Lo que más me llama la atención es su frialdad". Lo vivido por los tres bomberos de Sevilla que se desplazaron el pasado fin de semana a Haití para sacar a la gente de entre los escombros del terremoto se puede resumir así. "El tiempo que estuvimos trabajando no descansamos".
A pesar de volver sin haber logrado salvar a nadie con vida después de tres días de búsqueda, los bomberos consideran la experiencia como "positiva", y echan la culpa de su mala fortuna a los tres días de retraso derivados de los trámites: "A los políticos también les coge por sorpresa".
Los sevillanos tomaron un vuelo comercial hacia la República Dominicana, donde "las autoridades nos facilitaron bastante la labor", comenta Javier Luque, uno de los bomberos de la Unidad Canina de Écija. A su llegada, los bomberos pretendían tomar un vehículo concertado de forma previa con la embajada de Haití para emprender su rumbo, pero a la salida del aeropuerto no les esperaba nadie. "Entonces tuvimos que alquilar un taxi privado con una periodista".
La odisea estaba todavía por comenzar: un agregado de la ONU les advierte de que la frontera con Haití está cerrada "por problemas de seguridad". Tardaron sólo dos minutos en tomar la decisión de seguir adelante, aunque más tarde caerían en la cuenta de que las advertencias de su interlocutor no eran en vano.
El episodio más dramático lo vivieron una vez sorteada la frontera en dirección al aeropuerto haitiano de Puerto Príncipe, donde se concentra la mayor parte de los ejércitos de la ONU y de los Estados Unidos. "Ellos tienen su propio protocolo de actuación", justifica así José Rodríguez, también bombero ecijano, cuando es cuestionado por los 11.500 militares estadounidenses emplazados en el país. El terremoto también ha derruido las cárceles, por lo que, comenta, "los mayores delincuentes de Haití están fuera, es lógico que actúen así".
En su camino, los tres bomberos y la periodista contemplan lo que parece ser un supermercado derruido, por lo que se disponen a buscar supervivientes. "Enseguida nos vimos rodeados de gente con palos y botellas", narran. "Aparecían en silencio, salía la gente como zombi".
Salvar vidas. El viaje de los dos astigitanos y de un tercer bombero de la capital ha sido financiado por la Diputación de Sevilla con la colaboración del Ayuntamiento de Écija. Precisamente este tercer miembro del cuerpo, Jaime Parejo, es el creador del método Arcón, un sistema para la búsqueda de personas de reconocimiento mundial. "He estado en situaciones similares, pero esto no tiene nada que ver", argumenta Javier. "A otros compañeros que sí llevaban escolta también les han asaltado". De Haití se quedan con "la insensibilidad de la gente". "Han sufrido guerras civiles, huracanes y tsunamis, pero "ellos no te vienen a buscar para que registres en su casa y encuentres a sus familiares o amigos, sino para conseguir agua y alimento. Yo me pongo en su lugar, y son cuatro días sin comer y sin beber", termina José.
