La tasa de gripe ha descendido en la última semana hasta 33,7 casos por cada 100.000 habitantes en la primera semana de enero frente a los 45 de la última de diciembre, si bien se espera que el pico del virus llegue "en tres o cuatro semanas" aunque "viene con menos virulencia que el año pasado", según avanzó esta mañana la consejera de Salud, María José Sánchez Rubio.
El año pasado, el pico de gripe se alcanzó en la última semana de enero con 253,6 casos por cada 100.000 habitantes y aunque Sánchez Rubio reconoció que es difícil vaticinar cuándo se producirá un aumento este año, dejó claro que está "muy ligado a las temperaturas" y aunque ya ha comenzado el progresivo ascenso, en la última semana ha bajado la tasa de casos.
No obstante, destacó que de momento se están percibiendo "pocas complicaciones" por lo que "parece que viene con menos virulencia que la del año pasado". La consejera añadió que el pico de la gripe será la primera prueba de fuego del nuevo Plan de ordenación de las urgencias cuyas medidas organizativas "ya están implantadas en el cien por cien de los hospitales" aunque las que requieren obras porque "los espacios pueden condicionar mucho la atención" están previstas "a medio plazo". Señaló que la alta frecuentación de las urgencias ha conllevado ya 33 contrataciones extra y que el nuevo plan de ordenación de las urgencias está actualmente en proceso de análisis de resultados para ver posibles correcciones.
