Ayer volvieron a saltar las alertas ecologistas en el Peñón. La Guardia Civil retuvo a dos camiones que transportaban chatarra que puede proceder de la carga del 'New Flame', sobre la que aún no se ha dado una explicación concreta de qué composición tiene. La Junta analuza esos materiales.
El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil y "peritos especializados" de la Consejería de Medio Ambiente toman tomaron ayer muestras de chatarra de dos camiones que fueron retenidos el pasado miércoles por parte de la Guardia Civil tratando de cruzar la frontera de Gibraltar con material que "pudiera contener restos del cargamento del New Flame".
Fuentes del Instituto Armado explicaron a Europa Press que los dos camiones "intervenidos" se encuentran a disposición de las autoridades correspondientes y concretaron que están retenidos en la aduana de La Línea de la Concepción (Cádiz).
Las mismas fuentes indicaron que estos camiones declaraban llevar en sus contenedores "chatarra" correspondiente a las piezas que se han ido desmontando del buque panameño New Flame, aunque fueron localizados "fragmentos metálicos oxidados" que pudieran corresponder a la carga que transportaba, cuya naturaleza aún se desconoce.
Según indicaron, estas muestras serán enviadas a un laboratorio, que será el encargado de determinar si los camiones retenidos transportaban en sus contenedores material correspondiente al cargamento del New Flame, y aclaró que lo que se va a analizar es precisamente "los fragmentos metálicos oxidados" que portaban y que "no corresponden a lo declarado".
Según indicaron, estas muestras serán enviadas a un laboratorio, que será el encargado de determinar si los camiones retenidos transportaban en sus contenedores material correspondiente al cargamento del New Flame, y aclaró que lo que se va a analizar es precisamente "los fragmentos metálicos oxidados" que portaban y que "no corresponden a lo declarado".
Alerta de Greenpeace. La asociación conservacionista Greenpeace aseguró ayer que teme que los residuos que están generando las labores de rescate del barco chatarrero New Flame se traten sin haber descartado su posible contaminación por sustancias peligrosas para la salud y el medio ambiente.
En un comunicado, la organización ecologista ha pedido a la Junta que paralice el traslado y tratamiento de los residuos hasta que se conozca de forma exhaustiva la composición de la chatarra y se descarte la presencia de materiales peligrosos en los desechos.
Sara del Río, responsable de la campaña de contaminación de Greenpeace, señaló que para saber cómo se debe tratar tanto la carga de chatarra como el pecio hay que conocer la composición del material, ya que ambas partes pueden estar contaminadas. Greenpeace lleva siete meses preguntando al Gobierno español la composición exacta de las 42.000 toneladas de chatarra.
