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La Hispalense admite el derecho de los alumnos a no ir a clase

La asistencia a las horas teóricas no será un requisito para aprobar

el 24 ene 2010 / 20:34 h.

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La normativa permite por escrito que los alumnos no vayan a clase.

Los profesores de la Universidad de Sevilla no podrán suspender a sus alumnos por no asistir a clase. Así lo recoge en su artículo 6 el nuevo reglamento sobre exámenes de la Hispalense, que determina que la asistencia a las clases teóricas "no podrá exigirse como requisito ineludible para superar la asignatura".


Aunque en la etapa universitaria la mayoría de los docentes admiten un pacto no escrito por el que los alumnos pueden decidir libremente si ir o no a sus clases, lo cierto es que es la primera vez que la institución regula de alguna manera este derecho de los alumnos. Lo hace en la Normativa Reguladora de la Evaluación y Calificación de las Asignaturas que aprobó el Consejo de Gobierno de la Universidad en septiembre por unanimidad. 


Desde el Consejo de Alumnos de la Universidad de Sevilla (Cadus) aseguran que ésta es una de las "grandes conquistas" de los alumnos en esta norma y que "aunque no supone un cambio porque en la práctica ya se hacía" sí que "se refleja por primera vez en un reglamento". Uno de sus delegados, Rafael Roldán, explica que su importancia radica en que "muchos alumnos compaginan sus estudios universitarios con algún trabajo" que les impide ir a todas las clases. Además, continúa, "no se puede castigar la asistencia pero sí premiarla", con lo que se verían compensados los alumnos que sí acudan a las clases teóricas. tras la polémica. Este reglamento, que ha causado una gran polémica al establecer en su artículo 20 el derecho de los alumnos que copien a terminar su examen, y cuya retirada se debatirá hoy mismo, supone un refuerzo jurídico para la relación entre alumnos y profesores, según explican desde la propia Universidad. El motivo es que, hasta ahora, el único referente que había era el Reglamento de Disciplina Académica aprobado en 1954, cuya aplicación ha generado controversia en otras comunidades autónomas. Ahora, y a lo largo de 36 artículos y varias disposiciones adicionales, la nueva norma regula cuestiones tan fundamentales como los sistemas de evaluación, el calendario de exámenes, las calificaciones y convocatorias o los procedimientos, recursos y tribunales necesarios ante incidencias de distinta índole acorde con los propios estatutos con los que cuenta la Universidad de Sevilla.

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