Local

La historia de la aceituna y sus muchos aliños

No falta en ninguna mesa y se pueden degustar con o sin hueso, enteras o troceadas, verdes o negras... Una vez aliñado, el fruto del olivo es uno de los alimentos más típicos de Alcalá de Guadaíra. Por ello, la asociación de vecinos de San Roque ha organizado la I Cata de aceitunas aliñadas.

el 15 sep 2009 / 17:21 h.

TAGS:

No falta en ninguna mesa y se pueden degustar con o sin hueso, enteras o troceadas, verdes o negras... Una vez aliñado, el fruto del olivo es uno de los alimentos más típicos de Alcalá de Guadaíra. Por ello, la asociación de vecinos de San Roque ha organizado la I Cata de aceitunas aliñadas.

"No hay celebración en la que falten y está presente en todos las mesas". Así lo afirma Soledad Martínez, que acaba de participar en una obra de teatro en la que se representa cómo era la vida en los antiguos almacenes de aceituna. La obra forma parte del I Concurso-cata de aceitunas aliñadas que se celebró ayer en la plaza del Campo de las Beatas. En él se dieron cita un buen número de alcalareños que dieron a probar sus aceitunas.

Partidas en piedra, rayadas o en salmuera. En total hubo 20 participantes que concursaron con distintos aliños. Estos fueron degustados por un público que, además, tuvo la oportunidad de votar por sus preferidos.

Miguel Sáez es un alcalareño "de tercera o cuarta generación" de una estirpe que se ha ido transmitiendo la costumbre de aliñar la aceituna. "Antes si era muy sufrido, había menos medios y se pasaban horas y horas con las manos y los pies mojados. Eso provocaba muchos problemas de huesos si estabas mucho tiempo aliñando", recuerda. Sin embargo, "las cosas han cambiado", asegura.

Rodeada de varios frascos con ricas aceitunas, María del Carmen Ruiz vota su preferido mientras explica que "en Alcalá siempre se han comido. Nos gustan aliñadas, en salmuera y de todas las formas posibles".

Todo un arte . El aliño de la aceituna tiene su ciencia y sus secretos. "Se dividen en dos: las del tiempo y las desaladas", explica Miguel Barranco. "Las que son del tiempo las podemos consumir entre los meses de agosto y noviembre que son las fechas de la recogida", continúa. También su conservación es importante, por eso "se meten en vasijas con un 13% de sal. Cuando llega la hora de aliñarlas, se sacan de la sal y se baja a un 5% de sal. Se aliñan y a comer", concluye.

Sevillanas, con anchoas, aliñadas con ajos, con sabor a vinagre, machacadas o enteras y muchos gustos más. "En el mundo de las aceitunas existen gustos de los más variopintos", sentencia Alberto Ruiz que, con más de 80 años, asegura llevar toda la vida probando aliños.

Muchos alcalareños se dedican a aliñar aceitunas como forma de acompañar el sustento diario. Muchas veces, lo secundario está tan rico que se eleva hasta llegar a ser fundamental. Con las aceitunas de Alcalá de Guadaíra ocurre muy a menudo.

  • 1