Un edificio ganado para el pueblo y una historia que contar a través de las fotografías cedidas por sus protagonistas. La Casa Minas de Cala, la antigua vivienda del director y las oficinas del ferrocarril minero Cala-San Juan construida en 1904, fue ayer reinaugurada convertida en un edificio para la cultura. Y como primer ocupante, la exposición organizada por El Correo de Andalucía y el Ayuntamiento, San Juan de Aznalfarache en la retina, una retrospectiva fotográfica del municipio en la que a lo largo de sus tres plantas se pueden ver 210 paneles y 277 fotografías desde principios del siglo XX cedidas por 16 ciudadanos y varias entidades sanjuaneras.
La cinta que daba paso al edificio fue cortada por el alcalde de San Juan, Fernando Zamora, el de Cala, Luis Hermoso y el subdelegado del Gobierno, Faustino Valdés que, acto seguido descubrieron el azulejo que rememora su origen y su realidad, un compromiso adquirido por el Consistorio y sufragado con fondos del Estado.
Durante los discursos, el director de El Correo, Diego Suárez, destacó que "es un día histórico para San Juan que recupera un edificio que será referente cultural en la provincia de Sevilla". Aseguró a los asistentes que al mirar la exposición "os vais a sentir identificados, vais a evocar sentimientos pasados recordando a familiares que ya no están y de la mano del periódico decano de la prensa sevillana que lleva 112 años destacando lo mucho y bueno que se hace en los pueblos de la provincia".
Luis Hermoso recordó a los numerosos vecinos de Cala que con la crisis de la minería en los 50 y 60 se afincaron en San Juan, adonde llegaron montados en ese tren que los unía: "Me he quedado maravillado con el edificio pero quiero destacar lo humano, la gente que partió de allí y aquí se le acogió".
El subdelegado del gobierno, por su parte, señaló que él, como tantas personas que cogían la carretera a Coria del Río durante años se preguntaban "Qué era esa casa, ahí arriba, que se estaba cayendo", y dio la enhorabuena al Ayuntamiento por el buen uso dado a los 2,19 millones de euros, "un dinero bien gestionado que ha permitido desde 2009 a 2011 generar empleo, recuperar el patrimonio histórico y conseguir una sala" para la cultura.
Antes de iniciar el recorrido por la exposición, el último en tomar la palabra fue Fernando Zamora: "El 24 de marzo de 2011 es un día importante porque los sanjuaneros recuperamos parte de nuestra vida, de nuestro patrimonio y de nuestra identidad". Tras hacer un recorrido por la historia de San Juan y por la de Cala, y las cosas que han compartido a lo largo del siglo pasado, concluyó afirmando que "San Juan necesitaba un espacio para el mundo del arte en cualquiera de sus facetas y sólo espero que mi pueblo lo disfrute".
LA MUESTRA
La exposición San Juan de Aznalfarache en la retina se extiende a lo largo de las tres plantas que conforman la Casa Minas de Cala y que ayer ocuparon cientos de vecinos. A lo largo de sus numerosas salas se pueden ver las fotografías organizadas por áreas temáticas. Así, se encuentran, por ejemplo, familias de los años 60, campanilleros, varias personas sujetando, o empujando, el último tranvía Puebla-Sevilla-Camas, en 1964, o más atrás en el tiempo, tres hombres de 1922 participantes en una carrera de cintas en bici.
En las salas también se pueden ver reproducciones de ánforas y mosaicos romanos e incluso, en una vitrina, el plano original de la Casa Minas de Cala fechado en 1902-1904. Los interesados tienen un mes para ver, y buscarse, en las fotos de la exposición. Y muchos años más para disfrutar del edificio.
