La situación de la parroquia de Santa María empieza a ser insostenible. Tras los desperfectos y el progresivo deterioro del templo y el mal estado de la instalación eléctrica, llegan los desprendimientos en la capilla de San Pedro.
Concretamente, el elemento que cayó recientemente forma parte de uno de los arcos de medio punto que sustentan la bóveda de la capilla, donde está la Virgen de la Paz, titular de los Aceituneros, según explicó el técnico municipal de Cultura Javier Mena.
Esta situación es fruto de la "gran cantidad de filtraciones de humedad" que soporta el citado espacio, lo que provoca el "abultamiento del muro". El origen del problema está en su ubicación, ya que se encuentra situado en la parte norte de la parroquia, la más sombría del edificio.
"No es algo nuevo, precisamente por la humedad que tiene, y que provoca desprendimientos de diversos trozos por el peso que llegan a soportar", subrayó. Y es que, "si no se corrige la fuente de humedad, caerán más cuando llueva de nuevo", según avisó. Esto no ocasiona sólo la rotura de los muros, sino que afecta también a la madera del retablo y a los elementos decorativos, donde "se observa movimiento, pudiendo venirse abajo", según agregó, al tiempo que precisó que "debe intervenirse urgentemente, porque el problema es grave".
Esta situación ya fue trasladada a la Delegación Provincial de Cultura, así como a la propia consejera, Rosa Torres, a quien el párroco de Santa María, Diego Pérez, asegura haber enviado una carta. Por otro lado, el hermano mayor de los Aceituneros, Juan Antonio León, tenía previsto mantener una reunión con el delegado provincial de Cultura, Bernardo Bueno, "pero no ha hecho falta porque se comprometió a redactar un proyecto para restaurar la parte norte de la parroquia, donde está capilla", fechada a principios del siglo XVIII y realizada con materiales nobles. Posteriormente, será necesaria otra partida presupuestaria para ejecutar la obra, algo que todos confían en que se produzca "cuanto antes", porque "puede haber desprendimientos que sean irremediables si no se toman las medidas oportunas".
Lo que ahora espera con ganas el párroco es la llegada de los técnicos de Cultura para realizar la ficha de diagnóstico del templo, a través de la cual poder conocer las patologías.
