Izquierda Unida e Iniciativa per Catalunya Verds (IU-ICV) se quedó solo ayer en el Congreso al no poder sacar adelante su propuesta de reprobar a Benedicto XVI por las declaraciones que realizó en su viaje a África en las que dijo que el sida no se puede resolver con la distribución de preservativos, "al contrario, el riesgo es que se pueda aumentar el problema", sentenció. En la votación el PSOE, que en el debate se había pronunciado contra la propuesta, finalmente se abstuvo.
La proposición no de ley, defendida por Joan Herrera (ICV) y debatida en la Comisión de Cooperación Internacional para el Desarrollo, pretendía que el Gobierno de España protestara "por vía oficial y diplomática", a través del embajador español ante la Santa Sede, por las declaraciones del Papa, pero no pudo ser porque fue rechazada por todos los grupos excepto por el PSOE, que justificó su abstención diciendo que el Parlamento no tiene competencias para hacer esta reprobación.
Durante el debate, Herrera criticó que el mensaje del Papa haya puesto en riesgo "la vida de millones de personas" y lamentó que el Parlamento no haya respaldado esta propuesta "ante declaraciones de tal gravedad", como hizo el Parlamento belga. El único respaldo fue del PSOE, que expresó su "completa discrepancia" con estas manifestaciones.
El diputado del PP Gonzalo Robles explicó que, por "sentido común", su grupo se opuso, y recordó que el Papa es "una persona libre" que representa el sentimiento de muchos millones de personas. Para CiU, la propuesta pretende "generar titulares mediáticos". Mientras que desde el PNV se indicó que no se comparten las palabras del Papa, además se señaló que la iniciativa no es la más adecuada por querer forzar la cuestión a un terreno más ideológico que el de la lucha contra el Sida.
El que no desperdició la ocasión para criticar al Congreso fue el Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal Española (CEE) quien afirmó que discutir la reprobación del Papa pone en peligro el principio de la libertad religiosa. Mientras que el Vaticano aplaudió que el Congreso español negase la reprobación, "por ser lo más natural".
