La Universidad de Sevilla decidió instalar ayer una malla protectora en la cúpula de la iglesia de la Anunciación, de la que es propietaria, para evitar nuevos posibles desprendimientos como el acontecido el pasado jueves, cuando una pequeña pieza del revestimiento, de unos 8 centímetros, se precipitó sobre la zona del presbiterio del templo. El objetivo es garantizar la seguridad de las personas ante posibles nuevas caídas de cascotes de la cúpula. En concreto, la malla se ha colocado sobre el anillo del crucero de la Anunciación, la zona más afectada por las constantes lluvias que han caído en los últimos meses sobre la capital hispalense y que han provocado goteras en este monumento renacentista.
Los técnicos del Vicerrectorado de Infraestructuras de la US, coordinados y dirigidos por el arquitecto de la Universidad de Sevilla Miguel González Vilches, se desplazaron a las 07.00 horas de ayer a la Anunciación para inspeccionar la cubierta y la cúpula, tanto su parte interior como la exterior. Posteriormente, técnicos especialistas en altura se descolgaron desde la linterna de la cúpula, para lo que fue necesario instalar una plataforma elevadora de 20 metros de altura en el interior del templo para comprobar y sanear los daños producidos por la filtración de agua, indicó la Universidad de Sevilla en una nota.
Los trabajos se extendieron durante la tarde, lo que motivó que se suspendiera el concierto del Coro de Cámara Maese Rodrigo organizado por el Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla (Cicus) y que estaba previsto para las 21.00 horas.
El arreglo definitivo de la gotera causante de las filtraciones se hará una vez que la zona afectada se seque completamente, aseguraron fuentes de la Universidad de Sevilla. Además, esta institución está elaborando un plan director para la rehabilitación integral del templo aunque, debido al valor histórico y patrimonial de la Anunciación, estos trabajos se harán una vez que se haga un estudio pormenorizado del asunto. Desde hace un par de meses la comisión de Patrimonio de la Universidad está trabajando en ello.
En cuanto a la reapertura de la iglesia, desde la Universidad afirmaron que se mantendría cerrada durante toda la jornada de ayer y que dependería de la valoración que sobre la situación hicieran los expertos que estaban interviniendo en la reparación.
Desde la Hermandad del Valle confiaron en que su sede canónica pudiera abrir sus puertas, ya que una hermana de esta misma corporación tiene previsto celebrar su boda en la Anunciación en torno al mediodía de este sábado. La apertura se hará lo más rápido posible, una vez que esté garantizada la seguridad de las personas, sentenciaron las fuentes universitarias consultadas.
El hermano mayor del Valle, Lucas Maireles, quiso además disculparse con la Hispalense por no haber informado antes sobre el cierre del templo al medidodía del pasado jueves, y por la cierta polémica generada en relación a este asunto, ya que fuentes universitarias se quejaron de enterarse tarde de lo acontecido.
Han sido muy rápidos a la hora de actuar y se lo agradecemos. Ni 24 horas han tardado en solucionar el problema, subrayaba. Además, tras visitar las labores de reparación que se estaban acometiendo en el templo, celebró que la estructura de la cúpula no esté dañada y que las filtraciones hayan afectado solo al revestimiento.
Por otro lado, Maireles indicó que la hermandad no tiene previsto ningún cambio de ubicación para sus imágenes titulares, que se quedarán en los altares que ocupan en la iglesia, incluido el Nazareno, que hasta ayer por la mañana se encontraba en el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH).
Al hilo de lo sucedido, el arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, manifestó su pesar ante el problema que afronta la hermandad del Valle a cuenta del desprendimiento padecido en su sede canónica. Así, lamentó el deterioro de cualquier activo histórico artístico, si bien recordó que el edificio es propiedad de la Universidad de Sevilla, aunque en él se celebren cultos.
