La joven de 15 años que sufrió una brutal paliza el pasado día 10 en Ermua (Vizcaya) fue dada de alta ayer del Hospital Donostia, donde permanecía ingresada desde hace 10 días. La menor continuará en tratamiento médico en las áreas de Cirugía Maxilofacial y Oftamología.
N. S. fue operada de su ojo izquierdo el pasado día 11, como consecuencia de los golpes recibidos un día antes en las pistas deportivas de un centro educativo del municipio. Al parecer, un grupo de seis adolescentes, presuntamente capitaneados por otra joven de 16 años, le golpearon con una barra de hierro, le quemaron el pelo, le orinaron encima y le pasaron una moto por encima de la rodilla, según explicaron los familiares de la víctima.
El departamento de Educación del Gobierno Vasco aseguró en un comunicado que la alumna agresora sufre "serios desajustes familiares", mientras que la agredida tenía "una relación conflictiva" con el resto de alumnos. Educación detalló que la agresora llegó al centro escolar Anaitasuna Ikastola hace dos años, procedente de un piso de acogida. Ante los problemas de comportamiento y de falta de integración en el centro, el curso anterior fue enviada a un programa complementario, en el cual se le hizo un seguimiento individualizado. Además, la alumna está sujeta a medicación, aunque no suele seguir el tratamiento médico indicado, según el Gobierno Vasco.
La adolescente agredida fue trasladada el mismo curso a los mismos programas complementarios en el Centro de Iniciación Profesional de Mallabia. Según Educación, está diagnosticada como hiperactiva, y "su relación con los demás alumnos es, frecuentemente, conflictiva".
La agresora amenazó la semana pasada con un intento de suicidio y ha recibido amenazas. Ayer mismo, según las mismas fuentes, fue recogida por su madre y es previsible que no vuelva al centro escolar por un tiempo. Aunque esta alumna agresora ha sido expulsada del Centro de Iniciación Profesional de Mallabia, al no haber acabado la escolarización obligatoria seguirá en el Instituto de Enseñanza Secundaria Anaitasuna, "con la misma atención individualizada que hasta ahora ha venido recibiendo".
Nadie intervino. La familia, por su parte, criticó que varios vecinos pasaron por el lugar y no hicieron nada. Tan sólo un joven que intentó impedir la paliza fue golpeado "a palos" por los agresores. El alcalde de Ermua, el socialista Carlos Totorika, calificó la agresión como "un hecho aislado que podría haber ocurrido en cualquier otro lugar" y pidió que "se respete la intimidad de los implicados". Eso sí, Totorika tachó lo ocurrido de "inaceptable e injustificable".
El consejero vasco de Justicia, Joseba Azkarraga, aseguró que lo ocurrido es "de enorme gravedad" y demuestra que "algo está fallando en la sociedad y en el ámbito de la convivencia", por lo que "alguna consecuencia habrá que sacar de ello". En este sentido, Azkarraga aseguró que será necesario "insistir" en ámbitos como la educación y en el entorno familiar para evitar situaciones como esta.
