La juez que investiga el doble atropello mortal ocurrido la madrugada del pasado domingo en el Paseo de Colón ha imputado dos delitos de homicidio imprudente al conductor que arrolló a las dos mujeres. Según informaron fuentes judiciales, el joven prestó declaración en el Juzgado de Guardia el domingo, que decretó su ingreso en prisión provisional por estos dos delitos, además de un delito contra la seguridad del tráfico.
La magistrada no le imputado por ahora un delito de omisión del deber de socorro, ya que según las mismas fuentes de las declaraciones que han prestado por ahora tanto los testigos presenciales como el taxista que segundos antes dejó a ambas en el Paseo de Colón no se puede desprender que el conductor intentara huir. No obstante, aún se está investigando este extremo, pues hay datos contradictorios como el hecho de que no se hayan encontrado rastros de frenada en el lugar del accidente. De hecho, se está a la espera de tomar declaración a un taxista que se interpuso en el camino del autor del atropello, obligándolo a detenerse a la altura del Teatro de la Maestranza, a unos 150 ó 200 metros del lugar del impacto.
El conductor, que responde a las iniciales F.V.C., fue detenido por la Policía después de dar doblar la tasa de alcohol permitida -dio 0,56, cuando el límite está en 0,25-. El joven, además de conducir el vehículo a gran velocidad y bajo los efectos del alcohol, lo hizo si carné de conducir, ya que lo había perdido tras haber agotado los puntos por acumulación de sanciones, según confirmaron ayer fuentes judiciales.
Tras pasar casi un día entero en los calabozos fue puesto a disposición judicial. Ante la juez dijo que no vio a las dos mujeres y que paró en cuanto pudo. La Fiscalía solicitó entonces su ingreso en prisión preventiva por dos delitos de homicidio imprudente y otro contra la seguridad del tráfico, a lo que la juez accedió.
Las dos mujeres, Almudena González y Patricia Alfaro -de 30 y 26 años-, fueron atropelladas sobre la 0.45 horas cuando cruzaban por un paso de peatones del Paseo de Colón con la intención de dirigirse hacia la parada del Metro de la Puerta de Jerez. Las dos amigas venían de pasar toda la tarde viendo las procesiones en el centro y las acompañaba una tercera que se quedó pagando al taxista mientras las otras dos cruzaron. La joven tuvo que ser atendida de un ataque de ansiedad al ver cómo sus dos amigas eran arrolladas por un Renault Clio que venía desde la Palmera hacia Torneo a gran velocidad, lo que hizo que las desplazara 37,50 metros y 29,28 metros desde el lugar del accidente.
También contempló la trágica escena el novio de Patricia, ya que iba en otro taxi tras el que abandonaron las dos víctimas. El joven también tuvo que ser asistido por una crisis por los servicios de emergencia. La pareja, que tenían pensado casarse en el mes de septiembre, había a Sevilla venido a pasar la Semana Santa y se estaban alojando en casa de Almudena, que residía en Mairena del Aljarafe. Hacia allí se dirigían tras haber pasado toda la tarde del Sábado viendo las procesiones.
Según relataron testigos presenciales, el vehículo se saltó el semáforo en rojo cuando las dos chicas pasaban por el paso de peatones, sin que les diera tiempo a reaccionar. El vehículo siguió la marcha, pese a que tenía destrozado el capó y la luna delantera, hasta que un taxi se le cruzó. El otro ocupante del turismo era el hijo de José María del Nido y ambos venían de ver el partido del Sevilla. Según fuentes cercanas a Del Nido, no se dieron a la fuga, sino que el vehículo recorrió esa distancia desestabilizado tras el fuerte golpe.
Almudena fue enterrada ayer
La joven sevillana fallecida en el accidente, Almudena González, de 30 años, fue enterrada ayer por la mañana en el cementerio sevillano de San Fernando, según informó ayer un amigo de la familia. Almudena vivía en Mairena del Aljarafe, donde compartía piso con una amiga. El cuerpo de la otra víctima, Patricia Alfaro, de 26 años, fue trasladado hasta el Madrid, donde residía la joven, el domingo.
Las dos jóvenes han recibido sepultura, arropadas por familiares y amigos que aún no daban crédito a lo que había sucedido, tras ser identificadas por sus allegados y tras practicarle la autopsia.
Una de las chicas falleció en el acto, debido al fuerte impacto recibido, mientras que la otra lo hizo minutos después, sin que los servicios sanitarios pudieran hacer nada por salvarles la vida. Almudena y Patricia se conocieron en Madrid trabajando en una empresa como teleoperadoras. Esta última había venido de visita a Sevilla para conocer su Semana Santa, invitada por su amiga. Las dos habían pasado toda la tarde viendo procesiones en el centro, acompañadas por varias personas más, entre ellas, Mauro, el novio de Patricia y futuro esposo. Él fue quien se encargó de identificar el cadáver de su pareja.Los familiares de la joven madrileña se desplazaron hasta el tanatorio de San Jerónimo, donde se les practicó la autopsia a ambos cuerpos.
