Rubén Castro, en un momento del partido que enfrentó al Betis y al Alavés. Foto: Manuel Gómez
La juez de Violencia sobre la Mujer número 3 de Sevilla ha dictado auto de procedimiento abreviado contra el jugador del Real Betis Rubén Castro por cuatro delitos de maltrato y un quinto delito de amenazas leves hacia su exnovia, ya que considera probado que la habría agredido físicamente en cuatro ocasiones y le habría mandado un sms. En este sentido, fuentes judiciales han informado a Europa Press de que la juez, al mismo tiempo, ha archivado la denuncia por agresión sexual y maltrato habitual que la joven había interpuesto contra el delantero del Betis y ha sobreído igualmente la denuncia por allanamiento de morada que éste habría presentado contra la víctima.
En el auto, según las fuentes consultadas, la juez concede un plazo de tres días a las partes para que, si así lo estiman oportuno, recurran en reforma la resolución ante el propio Juzgado, mientras que el plazo para recurrir en apelación ante la Audiencia Provincial es de cinco días.
Las fuentes han indicado a Europa Press que, en el marco de la investigación judicial iniciada tras la primera denuncia interpuesta por la afectada en mayo de 2013, la juez ha considerado demostrado que la relación entre ambos era "conflictiva" por ambas partes y estaba caracterizada por actitudes de "control, celos y agresiones". De este modo, la juez considera acreditado que Rubén Castro habría agredido físicamente en cuatro ocasiones a su expareja, lo que ha quedado demostrado a través de los partes de lesiones aportados a la causa y de las manifestaciones de las propias amigas de la joven, que aseguraron que llegaron a observar que ésta presentaba "marcas" y "lesiones físicas".
Asimismo, la juez procesa a Castro por un delito de amenazas leves del artículo 171.4 del Código Penal, pues considera acreditado que el jugador del Real Betis envió un mensaje de texto a su expareja con amenazas hacia ella, algo que incluso reconoció el propio futbolista.
Por el contrario, la juez archiva la denuncia por agresión sexual interpuesta contra el delantero canario al no estar acreditada y también la denuncia por maltrato habitual, ya que los informes técnicos emitidos por los equipos de apoyo de violencia de género han determinado que "no se ha producido una situación de control o dominio" por parte del jugador hacia su ex.
En mayo de 2013, esta joven denunció ante la Jefatura de la Policía en Blas Infante que, sobre las 3.00 horas del día 27 de mayo, una vez finalizado el partido entre el Betis y el Zaragoza, ambos se encontraron en una conocida discoteca ubicada en la avenida de La Palmera y comenzaron una discusión en el marco de la cual el futbolista le habría propinado "varios puñetazos y bofetones".
