La titular del Juzgado número 1 de Alcalá de Guadaíra, tras tomar declaración al detenido y contar con el resultado de la autopsia, no está convencida de los hechos. Por esta razón ha pedido nuevas pruebas forenses y la reconstrucción de los hechos. El entierro, previsto para hoy, se aplaza.
El joven ingeniero alcalareño de 27 años que presuntamente asesinaba a su padre, Antonio D.G., en la Nochevieja prestaba ayer declaración ante el Juzgado número 1 de Alcalá de Guadaíra. Has-ta estas dependencias se desplazaba después de haber pasado la noche en los calabozos de la Policía Nacional.
Los hechos que tuvieron lugar en el número tres de la calle Pino Marítimo de Alcalá de Guadaíra no han sido aclarados ni por las declaraciones del detenido ante la Policía Nacional y la juez, ni por el resultado de la autopsia que halló dos heridas de bala y tres puñaladas en el cadáver. Por esta razón, la juez ha pedido nuevas pruebas forenses y la reconstrucción de los hechos. Al estar decretado el secreto de sumario no se sabe cuándo se van a realizar ambas pruebas.
Aunque estaba previsto que el detenido entrara anoche en prisión tras prestar declaración ante la juez, el joven seguirá en los calabozos de la Policía Nacional, según fuentes del Juzgado. La presencia ante la juez se retrasó hasta las 17.00 horas, una vez que ésta tenía en su mano los datos de la autopsia.
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Alcalá de Guadaíra es la instancia judicial que ha recogido el caso al cubrir la guardia de ayer, día en el que el cadáver de Antonio D.G. fue sometido a una prueba de autopsia para reconocer las lesiones y determinar las causas exactas de su muerte.
Al pedir la juez nuevos datos forenses y ser necesaria una nueva autopsia que con casi total seguridad se llevará a cabo hoy, la familia desconoce aún cuándo recibirá sepultura el cuerpo de Antonio D.G., profesor del Colegio Manuel Alonso y padre del supuesto autor de su muerte y el Ayuntamiento mantiene silencio al respecto.
Ayer tuvo lugar una Junta de Portavoces en la que se tomó la decisión de respetar los deseos de la familia de mantener silencio absoluto sobre el tema, por lo que no ha trascendido ninguna noticia más.
Los portavoces del Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra, abordaban el caso sin que se haya decretado luto oficial al respecto, aunque sí se ha acordado que una representación de la Corporación municipal represente al Consistorio en los actos fúnebres que se celebren por la muerte de Antonio D.G.
La información confirmada hasta la fecha es que sobre las 5.20 horas la esposa de la víctima, Gertrudis, despertó en el número 3 de la calle Pino Marítimo alertada por unos ruidos tras haberse acostado en la madrugada del 31 de diciembre al 1 de enero.
Según la información que ha trascendido, poco antes de esa hora, el fallecido, de 57 años, salió al jardín armado con una escopeta reaccionando ante las molestias que le ocasionaban las explosiones de unos petardos, llegando incluso a efectuar algunos disparos al aire. En ese momento habría intervenido en la escena el hijo del difunto, que habría reprochado a su padre esta actuación originando una disputa entre ambos.
El enfrentamiento se habría saldado con una puñalada -ahora sumada por la autopsia a dos heridas más por arma blanca y otras dos de bala- y la muerte por desangramiento. Alertada por los ruidos, la esposa de la víctima llegó a la escena del crimen encontrando sangre en las estancias y el mobiliario.
